La comunidad vecinal de Oscos ha sido galardonada hoy con el premio "Pueblo ejemplar de Asturias" 2016. Los concejos de Santa Eulalia, Villanueva y San Martín de Oscos habían presentado una candidatura conjunta al galardón capitaneados por su cronista oficial, el profesor José Antonio Álvarez Castrillón. Este premio se viene convocando desde el año 1990 y su dotación económica es de 25.000 euros.

El jurado ha estado integrado por Jesús Arango Fernández, Fernando Beltrán Fernández, Fernando Delgado Álvarez, Luis Felipe Fernández García, Manuel García Linares, Adolfo García Martínez, Andrés Giraldo Álvarez, Alberto González Menéndez, Jaime Izquierdo Vallina, Cristina Jerez Prado, Juaco López Álvarez, José Luis Pérez de Castro, Marta Pérez Pérez, Ignacio Quintana Pedrós, Rosa Roces García, Ramón Rodríguez Álvarez, Trinidad Rodríguez Díez, Carmen Ruiz-Tilve Arias, Víctor Manuel Vázquez Fernández, Manuel Villa-Cellino Torre, Antonio Virgili Rodríguez, presidido por Francisco Rodríguez García y actuando de secretario Adolfo Barthe Aza.

En la lectura del fallo, el jurado considera a la comarca de Los Oscos un ejemplo a destacar, especialmente en este tiempo de crisis del medio rural en Asturias. La comarca de Los Oscos está formada por los concejos occidentales de San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos y Villanueva de Oscos.

Enclavada en un paraje de media montaña, la comarca guarda vestigios de haber sido ocupada desde antiguo -numerosos túmulos que dieron paso a la cultura castreña- y tiene una personalidad histórica propia acreditada desde la Edad Media, donde ya figura su división administrativa reflejada en tres parroquias: San Martín, Santa Eulalia y Santa Eufemia.

Esta última, donada por Alfonso VII al monasterio de SantaMaría, fundado en el siglo XII, fue el germen del coto de Villanueva, antecedentedel actual municipio. En la actualidad, Los Oscos cuenta con unos 1.370 vecinos repartidos entre los tres concejos, que forman parte de la Reserva de la BiosferaOscos-Eo y Tierras de Burón, declarada por la UNESCO en 2007.

Vista aérea de Villanueva, San Martín y Santa Eulalia de Oscos. | MRW FOTOGRAFÍA AÉREA

LA COMARCA

Con un origen eminentemente agrario, el territorio de Los Oscos se vio beneficiado por la oferta de carbón vegetal, la fuerza hidráulica y los yacimientos de hierro para experimentar un auge industrial, sobre todo del laboreo del hierro, al inicio de la Edad Moderna.

El desarrollo económico propició trasformaciones sustanciales, como la ampliación de casas y nuevas construcciones, reedificación de los templos y el blasonado de muchas casas, así como la instauración de escuelas en Samartín y Santalla.

A mediados del siglo XIX, la industria del hierro empezó a acusar el agotamiento de los bosques y el traslado tecnológico al carbón de piedra, lo que supuso un ocaso económico que favoreció que la comarca se sumara a la corriente migratoria regional hacia América.

A comienzos del siglo XX, las forjas solo funcionaban para el consumo local y la economía era básicamente agropecuaria, lo que contribuyó a acentuar el flujo migratorio, además de la carencia de carreteras, líneas de transporte regular o saneamiento.

No fue hasta los años 80, cuando Los Oscos contaron con planes específicos de desarrollo, que comenzaron con la mejora de carreteras e, incluso, con la construcción de una que comunicara Samartín y Santalla, capitales unidas hasta entonces por un camino de herradura.

La inversión en infraestructuras y la dotación de servicios permitieron fijar población y los fondos europeos y las directivas comunitarias en materia agraria impulsaron la modernización de las explotaciones ganaderas de la comarca.

El turismo también empezó a formar parte del despegue económico de la zona, impulsando la recuperación de abundante patrimonio etnográfico y cultural, la dotación de museos y la rehabilitación respetuosa de casas para su uso como alojamientos rurales.

La cultura tradicional arraigada en valores como la colaboración y ayuda mutua -en forma de sextaferias, camíos, mallegas, esfollos, matanza, rapa das bestias, etc.- ha favorecido el asociacionismo en la comarca.

Ejemplo de ellos son la asociación de empresarios turísticos que agrupa a los establecimientos de los tres concejos, tres asociaciones de mayores que colaboran entre sí, cinco asociaciones culturales, dos de mujeres, tres juveniles y tres de caza.

EL PREMIO

El pueblo de Poreñu (Villaviciosa), Val.le de Cuna (Mieres), Barcia y L.leixán (Valdés), Centro Asturiano de Oviedo, Suarías (Peñamellera Baja), Rubianu (Grado), Llaranes (Avilés), Asociación "Amigos de Cudillero" (Cudillero), Vecinos de Silviella (Belmonte de Miranda), Santa María del Puerto (Somiedo), Banduxu (Proaza), Colectivo asociativo y vecinal del municipio de El Franco; Posada (Llanes), Pola de Allande/La Puela (Allande), Valdesoto (Siero), Pelúgano (Aller), Pezós/Pesoz, Cue (Llanes) y el concejo de Ponga eran las otras candidaturas este año al premio.

Este galardón se ha convertido, a lo largo de todas las ediciones, en una de las iniciativas de la Fundación que cuenta con una mejor acogida dentro del Principado, pues tiene como fin el galardonar "al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, en iniciativas de impulso económico y social o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad que resulten sobresalientes".

Por este motivo se pueden presentar al premio, además de pueblos y ciudades, también instituciones como centros culturales, asociaciones de vecinos, entidades y empresas. Algunos de los últimos galardonados fueron Colombres (Ribadedeva), el Movimiento Asociativo y vecinal de Boal, la Comunidad Vecinal de Teverga; Bueño (Ribera de Arriba), San Tirso de Abres, Lastres (Colunga), la Comunidad Vecinal de Sobrescobio, Torazo (Cabranes) y la Sociedad Humanitarios de San Martín y pueblo de Moreda, entre otros.