La complejidad del cerebro humano y su gusto por las historias fue uno de los temas estrella de la charla del paleoantropólogo y codirector de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, en el Hay Festival de Segovia, donde aseguró que "el interés por las vidas ajenas da lugar a la cultura". "En general la literatura, la ópera o el arte son producto de ese interés del cerebro que busca el drama y las historias porque es su trabajo, por eso nos interesan los cotilleos", explicó.

En este aspecto también influye el tamaño del cerebro ya que, según Arsuaga, "es tan grande porque sirve para procesar información social, tiene la capacidad de tener información permanentemente actualizada de en torno a las 200 personas, desde un primo, un vecino a Angelina Jolie", relató. También destacó la importancia en el trabajo arqueológico del análisis de la cara que tiene la función de comunicar y expresar, aunque reconoció que "es la parte más difícil de estudiar porque los huesos de esta zona del cuerpo son frágiles y poco compactos".

En cuanto a la empatía señaló que "es una capacidad extraordinaria y uno de los grandes avances de la evolución" y es que ser capaces de ponerse en el lugar de los demás "es un rasgo que no tienen ni los animales, ni los niños". Las historias que salen de Atapuerca son "historias del pasado" producto de una investigación científica basadas en "el máximo rigor" y utilizando únicamente los datos y las técnicas que ofrece la tecnología. Afirmó que "el Homo Sapiens es una especie delirante capaz de oír cosas que no existen para crear un mundo e imaginar realidades no materiales".

Se refirió a la influencia de la tecnología en la evolución humana con herramientas que permiten modificar el genoma por lo que estamos en un momento clave en el que se puede cambiar la historia, pero en el que la naturaleza ya no puede predecir el sentido en el que se hará.