El futuro centro de interpretación de El Cachucho, que se instalará en el faro de Ribadesella en un plazo máximo de dos años y medio, ofrecerá al visitante la posibilidad de ver especies como el calamar gigante, el cachalote y la ballena en tiempo real. Así lo explicaron ayer representantes del Instituto Oceanográfico Español durante la visita que realizaron a las instalaciones, acompañados de autoridades portuarias, regionales y locales.

Las instalaciones contarán para su inauguración con el material resultante de la investigación que durante la última década ha realizado el Oceanográfico, institución que "más adelante" se planteará la posibilidad de instalar mecanismos que permitan ver la gran montaña submarina de El Cachucho en tiempo real. "Existe tecnología que permite ver, a determinadas horas del día y en determinadas épocas, el comportamiento de algunos de los animales que se encuentran en el área marina", describió Francisco Sánchez, científico del Oceanográfico de Santander.

Es el caso de congrios, rapes, lochas y cachuchos (palometa roja), pero también de especies tan espectaculares como el calamar gigante, el tiburón peregrino, el cachalote o la ballena, que se desplazan hasta esta zona para comer. La rica biodiversidad que se concentra en El Cachucho, que le valió en 2011 el nombramiento de primera área exclusivamente marina que se protegía, atrae a este tipo de fauna y será también un atractivo turístico de primer orden, pues el del faro riosellano será el único centro en España de estas características. Su importancia no sólo es científica y divulgativa, sino social, como recalcó Luis Valdés, científico del Oceanográfico de Santander. "La gente puede apreciar la fauna de los Picos de Europa porque la ve, por eso mostrar este tipo de espacios en centros de interpretación es incluso más importante, pues no nos hacemos una idea de lo que hay bajo la lámina de agua del mar", así como tampoco de la trascendencia que tiene para la salud del planeta.

El centro será estrictamente divulgativo y no albergará investigación científica. Para cumplir con su misión contará con vídeos, fotografías, material biológico y la tecnología necesaria para simular "vuelos submarinos por ordenador".