En la familia avilesina López Rodríguez ven exagerada la polémica suscitada en torno a los deberes. "Puede ser que haya colegios y profesores que manden excesivas tareas, pero no es nuestro caso", sostiene la matriarca, Sara Rodríguez Caridad. Su hijo mediano, Noé López Rodríguez, cursa sexto de Primaria en el colegio concertado Santo Ángel. "No son tantos los deberes que nos mandan, pero me gustaría tener menos", asevera el estudiante, que también cursa piano en el Conservatorio Julián Orbón y forma parte del equipo de baloncesto del Avilés Sur.
"Noé suele traer para casa las tareas que no acaba en el colegio, igual que sus hermanos -Hugo, de 8 años, y Natalia, de 12-. ¿Cuánto tiempo dedica? Pues depende de la asignatura", explica su madre. "Lo que más tiempo me lleva es Lengua, porque no me gusta escribir, y lo que menos mates, porque me gustan mucho", explica el alumno, que quiere ser biólogo. El apretado calendario escolar deja poco tiempo para jugar. Está en pie a las ocho menos cuarto, va a comer a casa, regresa al colegio hasta las 16.30 horas (cuando hay jornada partida) y no suele regresar hasta 20.30. Suele ir a la biblioteca a hacer los deberes hasta que toca ir al Conservatorio o al baloncesto. En caso de que no le haya dado tiempo a rematar la tarea, vuelve a hincar los codos o practica piano. A las diez lee y media hora más tarde apaga finalmente la luz. ¿Y los fines de semana? Partido y tiempo para jugar o disfrutar de salidas al monte. Pese a todo, no parece agobiado. "Lo llevo bien, aunque claro que prefiero jugar", dice.
Sus padres, Sara Rodríguez y Miguel López, lo vigilan, pero no están encima suyo. "Los deberes los hace solo, pero estamos pendientes por si tiene alguna duda, para que se la traslade a los profesores. Vigilamos que los sepa hacer, que traiga las libretas curiosas, pero él lo pilla bien. No me importa que traiga deberes, siempre que no sean excesivos, porque creo que lo hacen más responsable y así también comprobamos si ha estado atento a las explicaciones en clase. Lo que tampoco quiero es que se pase los días y los fines de semana haciéndolos", dice Sara. "Somos familia numerosa y para tener todo bien organizado no nos queda otra que tener un calendario para cuadrar todos los horarios", explica el padre.
