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El espectro del teatro Arango

Los actores que representarán "Hamlet" en honor de Nuria Espert ultiman sus ensayos con el deseo de reabrir el coliseo gijonés

"El Arango es como el espectro del padre de Hamlet, esa conciencia que nos dice 'tenéis que hacer algo por mí, tenéis que recordarme, por favor'". Faltan pocos días para el estreno en el emblemático teatro de Gijón de "Espectros", una versión reducida de "Hamlet" dirigida por Marga Llano, dentro del ciclo dramático titulado "Ser o no ser Espert" en homenaje a la actriz, directora y productora Nuria Espert, premiada con el premio "Princesa" de las Artes. Y la emoción está a flor de piel.

"El primer día que entramos en el teatro, aunque estaba todo sin cambiar de la época del centro de estética, nos emocionamos muchísimo porque es un lujazo poder abrir el Arango, aunque sea por unos días", describe Marga Llano que desde el comienzo de los ensayos no ha parado de escuchar a cada paseante sus anécdotas y vivencias en este coliseo gijonés. "Cada vez que estábamos fuera, en la puerta, se acercaba gente a contarnos sus historias, tanto en el cine como en el teatro Arango. Forma parte de sus vidas, el antiguo taquillero del cine se ha acercado a vernos, hasta yo me he despertado días sintiendo que el teatro me llama", reconoce Llano que ha trabajado sin tesón para confeccionar esta obra que reúne a dieciséis actores asturianos, nueve de ellos principales y otros siete secundarios. Sólo dos, José Antonio Lobato y Pepe Mieres, actuaron sobre las tablas del viejo Arango hace años, otros muchos disfrutaron como público.

Lo más complejo antes de iniciar los ensayos ha sido la dramaturgia. Marga Llano llevó a cabo la costosa de tarea de condensar en hora y media las cuatro horas que dura la gran tragedia de William Shakespeare. "Es costoso pero sencillo. Montarlo no es difícil, es trabajoso. Está tan bien escrito que solo tengo que ponerme a ello", explica. Llano, contó con la ayuda de un antiguo profesor, Leopoldo García Pumarino, pero "el grueso me lo he hecho yo", advierte. Su método de trabajo tuvo en "poner respeto a cada palabra" su punto de partida. "Todas son palabras de William Shakespeare, yo descarto la segunda línea argumental y mantengo la línea de acción principal y los conflictos que nos permiten navegar por la peripecia del personaje central", desvela. La propuesta "Espectros" sí pone un mayor énfasis que la obra original en el único testigo de los hechos superviviente, Horacio. "Contamos con Horacio con mucha más relevancia como testigo de todo y gran narrador del antes y el después de las peripecias que suceden", apunta.

Y todo en pocos metros donde se desarrollará la acción, entre las sillas y las gradas donde se acomodará el público que logre una entrada para la función. A la vista de ellos estarán los actores, muy cerca tanto en escena como fuera de la acción, los decorados y los cambios de escena también serán visibles para los espectadores. Apenas unas 200 localidades por representación -un primer pase se celebrará el jueves 13 de octubre a las 20.00 horas y un segundo el viernes a la misma hora- que dotan de mayor cercanía el espectáculo.

Público y actores homenajearán a Nuria Espert con el objetivo de lograr una reapertura del Arango y dotarlo de un uso cultural otra vez. "Sería la hostia", reconoce el actor Alberto Rodríguez -que interpreta el papel del padre de Hamlet-, "poniéndome hiperbólico al pensar en "adecuar y utilizar este espacio más adelante porque Gijón tiene una apuesta cultural muy importante", asegura. "Daría palmes con les oreyes si abren esto para trabajar aquí".

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