Oviedo, Andrea G. TORRES La tertulia se celebró el lunes por la tarde en el auditorio Príncipe Felipe.
JUAN MARGARETO
El pataleo se está convirtiendo en algo habitual en las funciones de ópera. En cuanto la representación se sale un poco de lo esperable, siempre hay alguien que muestra su disconformidad, pero ayer (por la primera función del domingo) hubo más de lo habitual. Pero no me sorprendió.
PABLO LASPRA
Quizá una de las cuestiones que pudo generar ese pataleo fue el uso del coro como figuración. A veces se confunden. Es normal que el coro tenga participación, pero a veces puede llegar a ser excesivo. Si la parte escénica prevalece sobre la parte musical, las cosas no funcionan, y se vio cuando en el momento del vals había más del 70% del coro de espaldas al público. El coro así ni proyecta, ni coloca la voz. A veces se pierde la perspectiva de que el coro es un instrumento musical más, y tiene que ser tratado como tal. Eché un poco en falta que la dirección musical se impusiera, y defendiera su parte.
CRISTINA HUELGA
La parte del coro a mí sí me gustó, aunque desempeñaban funciones que no son propias de un coro, pero que no perdió un ápice de calidad. Creo que en el balance general de la obra, la parte escénica no pudo con la musical.
ANDRÉS LÓPEZ
Tampoco sería bueno tener un coro hierático en escena. Tiene que participar.
JUAN MARGARETO
Estoy de acuerdo. El coro estuvo estupendo musicalmente, pero el resultado de verlos allí bailar en el segundo acto no me convenció.
ANDRÉS LÓPEZ
Quizá un poco incoherente que estén bailando un vals en una discoteca. Había algo que no encajaba.
PABLO LASPRA
La escenografía, en mi opinión, era un poco anacrónica, pero se está convirtiendo en algo normal en las producciones modernas.
JUAN MARGARETO
Hubo cosas muy chocantes. No tengo nada contra los DJs ni los strippers si están justificados, pero no me gusta que sean cosas gratuitas.
PABLO LASPRA
Totalmente de acuerdo, si tú adaptas una obra y la mejoras, siempre y cuando no lapides la parte musical, no hay ningún problema. Pero debes tener un guión de trabajo y éste debe tener coherencia. No cabe la improvisación.
JUAN MARGARETO
Sí. En algunos momentos me pareció caótica la escena. Especialmente en el primer y segundo acto. Después, la noche de Walpurgis me gustó mucho en comparación con el segundo acto, me pareció muy correcto. La iluminación ayudó mucho a esta escena, los papeles del fondo que reflejaban, daban una imagen muy caótica que le iba muy bien a esta escena.
ANDRÉS LÓPEZ
Además, ahí si estuvo justificado, ahí la escena sí estuvo justificada. Ese momento me pareció bueno también.
CRISTINA HUELGA
Yo sí estoy a favor de la propuesta escénica. Si la ópera busca constantemente la juventud, y esa ambición de ser joven. Creo que encuadrarlo en el mundo actual de la moda es una muy buena opción porque refleja muy bien el mundo del glamour, de la juventud, de las fiestas? y en esta ópera está todo muy exagerado precisamente para reflejar esa obsesión por la belleza. Quizá de ahí venga esa apuesta por lo espectacular, con tanta figuración en escena.
PABLO LASPRA
Insisto en que el problema pudo venir por la justificación de lo que se veía. En el segundo acto, el DJ pinchaba con un iPad, había más gente haciendo fotos con sus móviles, y también otros tenían cámaras clásicas de carrete, de las antiguas. Está bien, pero me faltó algo que entrelazara todo el guión de lo que se quería contar.
ANDRÉS LÓPEZ
En ese punto se me perdió un poco la música, con tanto despliegue en escena, parece que la música queda relegada. Es, al fin y al cabo, una ópera. Creaba cierta confusión porque uno ya no sabe si está en una obra de teatro o en una discoteca.
PABLO LASPRA
Me llamó la atención que para cambiar el escenario no bajasen el telón. No vi en "Faust" el dinamismo de otra óperas que se han puesto en Oviedo. Me viene la imagen de "La Bohème" de la temporada pasada en la que en un segundo giraban el escenario y era un nuevo cuadro completamente nuevo.
ANDRÉS LÓPEZ
La caja del Campoamor ofrece posibilidades limitadas, también hay que tener eso en cuenta. Otra cosa que me sorprendió mucho fue la iluminación, creaba a veces situaciones muy etéreas; estaba bien. Me pareció tremenda también la intervención del coro desde el anfiteatro, al final de la ópera.
PABLO LASPRA
Hubo también algunos desajustes con el coro, pero es normal por lo que hablamos. Además creo que la nueva dirección de Elena Mitrevska le ha venido bien al coro de la Ópera de Oviedo, no porque la de Patxi Azpiri fuera mala, sino porque se abre ahora una nueva etapa. Si después al coro le ponen encima un lápida de escenografía, y saca menos calidad de la que luego puede sacar, no es culpa ni de la dirección ni del propio coro.
JUAN MARGARETO
Sin duda escénicamente el mejor momento fue el final del cuarto acto, cuando Marguerite le entrega a su hijo a Mefistófeles. Eso estuvo bien conseguido, yo personalmente acabé sobrecogido. Entonces, desde luego, hay cosas que no me han gustado nada, pero también ha habido cosas muy buenas como ésta. El final, con los monos naranjas a imitación del corredor de la muerte en Estados Unidos, también fue algo muy impactante.
ANDRÉS LÓPEZ
Ríete tú del infierno. Yo me quedo con la escenografía de los actos de acción. Por ejemplo, el jardín-invernadero del tercer acto, lo vi un poco pobre la escena, sobre todo en contraposición con todo el maremagnum anterior con la pasarela. Ya no sólo la casa, que era un poco como una jaula, sino también en conjunto. Por ejemplo en la escena a la derecha no ocurría nada, estaba oscuro y un poco vacío. No había nada, ni bosque ni nada parecido.
PABLO LASPRA
En el tercer, cuarto y quinto acto la escena hicieron honor al "menos es más", y en mi opinión mejoró todo. Parece que el primer y segundo acto fueran diseñados por una cabeza y tercero, cuarto y quinto por otra.
CRISTINA HUELGA
El caso es que no ha dejado indiferente a nadie, y eso está bien también porque genera debate, y quizá es una de las cosas que se buscaban. Sería interesante poder tener acceso al director de escena, y que aclare todas esas cosas que generan confusión.
