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El Bellas Artes pinta para el que no ve

El museo acercará su colección a personas con deficiencias sensoriales gracias a los novedosos desarrollos tecnológicos del plan europeo "Arches"

Javier Gutiérrez, de Treelogic, y Alfonso Palacio, director del Museo de Bellas Artes, en la sala del Apostolado del Greco, con el "avatar" de la guía para personas con problemas auditivos. MIKI LÓPEZ

Las audioguías son un apoyo perfecto y muy cómodo para aquellos amantes del arte que quieren profundizar en el conocimiento de una exposición temporal o en la colección permanente de un museo. ¿Pero qué pasa cuando el visitante es sordo? ¿Cómo el museo puede acercarle esas obras de arte? Esa es una de la preguntas de las que parte un programa de innovación tecnológica de ámbito europeo en el que está embarcado del Museo de Bellas Artes de Asturias en colaboración con la empresa asturiana Treelogic y once entidades museísticas más de España, Reino Unido y Austria.

El programa lleva por nombre "Arches", que corresponde a las siglas en inglés de "Accesible Resources for Cultural Heritage", y que tiene por objeto desarrollar nuevas tecnologías para abrir el arte a personas con dificultades sensoriales o cognitivas. Aunque el programa acaba de empezar a andar y no estará terminado hasta dentro de tres años, ya se atisban algunas propuestas. Por ejemplo, las personas sordas podrían disponer de una versión adaptada de las audioguías, que consistirá en una aplicación para smartphone que mostrará en la pantalla del teléfono móvil una figura animada (avatar) que utilizará el mensaje de signos para explicar a ese visitante con deficiencias auditivas las características, historia y singularidades de la obra de arte que tiene ante sus ojos.

Es sólo un ejemplo de las iniciativas que desarrollará este proyecto europeo que cuenta con un presupuesto superior a 3,8 millones de euros de los que 3,4 millones corresponden a fondos de la UE. Ha sido impulsado por la tecnológica asturiana, que a partir de una colaboración previa con el Bellas Artes de Asturias se lanzó a incorporar al proyecto a otras entidades como el Museo Thyssen y Lázaro Galdiano, ambos en Madrid, el Victoria&Albert Museum, en el Reino Unido, o el Kunst Historisches Museum de Viena, o la Universidad de Bath, también en el Reino Unido. El programa se enmarca en llamado Horizonte 2020 de la UE, el principal instrumento que tiene la Unión para investigar nuevas áreas de desarrollo económico y donde sólo se financian proyectos que resulten altamente competitivos. Estas propuestas además tienen que incluir la colaboración instituciones y empresas de distintos ámbitos de la UE, como es el caso. En ese sentido, Treelogic ha sabido subirse al nuevo enfoque de las ayudas europeas, desde ahora marcadas por el objetivo de la innovación.

Javier Gutiérrez, responsable en Treelogic de este programa, explica que "Arches" tiene tres "patas": una plataforma web, una aplicación para teléfonos móviles y el desarrollo de distintas actividades multisensoriales para acercar el arte a personas con problemas. En este último apartado, la impresión en tres dimensiones puede jugar un papel importante pues la recreación en bajorrelieve de cuadros es una buena manera de que los invidentes adquieran una idea de cómo es el lienzo que tienen delante. La segunda "pata", la plataforma web, incorporará distintas tecnologías como la realidad aumentada o el contraste de colores, o el uso de avatares o juegos formativos, para acercar las obras a esas personas con problemas. Así tendrán el museo, en sus casas y adaptado a sus necesidades sensoriales. La aplicación para smartphone sería una versión móvil de esa tecnología, de tal manera que los teléfonos se conviertan en un asistente de esas personas cuando visiten el museo.

Las tecnologías que se adaptarán para la didáctica del arte o los nuevos desarrollos están aún por perfilar. Los integrantes del proyecto tan sólo han mantenido un primer encuentro. Ahora el objetivo es ver qué necesidades tiene cada uno de los grupos de personas a los que quieren llegar (inicialmente personas con dificultades de aprendizaje y problemas sensoriales, aunque también se podrá extender a los niños, las personas mayores o colectivos excluidos socialmente) y cuáles son los enfoques que cada uno de los museos quiere darle. A partir de ahí comenzará el desarrollo tecnológico concreto.

Alfonso Palacio, director del Museo de Bellas Artes de Asturias, precisa que este programa incide en la dimensión educativa y social del centro, que ya cuenta con un programa específico de visita y talleres para personas con discapacidad intelectual, autismo y asperger y también para personas mayores que se encuentran en geriátricos o en centros de día. Según explica, la participación en "Arches" le permitirá "profundizar" en esta faceta "que tiene que tener un museo del siglo XXI, cuando los centros tienen que salir a buscar a sus visitantes; deben ser museos sin muros, que se abren y salen a la sociedad". En este sentido, Palacio considera que las nuevas tecnologías facilitan esa apertura hacia la sociedad y a nuevos públicos.

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