Aterrizar, según la Fundación del Español Urgente (Fundeu), es "posarse sobre tierra o una superficie similar". El verbo puede utilizarse para lo que ayer estaba previsto que hiciera el módulo "Schiaparelli", del proyecto ExoMars, lanzado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa (Roscosmos), y que ayer tarde mantenía en vilo a sus responsables pues su señal se perdió 30 segundos antes de tocar la superficie del planeta rojo. Para hablar de esta misión, la primera europea en el planeta rojo, puede utilizarse "aterrizar" pero también es correcto decir "amartizar".

Habrá en los años venideros muchos amartizajes. Esta misión ExoMars incluye, además del módulo de aterrizaje "Schiaparelli" (en honor al astrónomo italiano), el amartizaje de un rover en 2020. El robot llevará un taladro para perforar el suelo marciano hasta una profundidad de dos metros, al objeto de buscar restos de vida pasada. Con el amartizaje previsto para ayer se inicia la búsqueda de metano, por su relación con los procesos de descomposición de la materia orgánica.

Para Europa es un logro poner un pie en Marte, aunque sea metálico. Pero no será ni mucho menos una misión pionera. De hecho, Marte está "masificándose". Ahora mismo ya hay dos robot enviados por la NASA recorriendo su superficie y cinco sondas en órbita, una de ellas india. Desde los pasado años 60 se han hecho más de cuarenta misiones para conocer más de cerca este cuerpo celeste con nombre de dios de la guerra. Aunque los soviéticos lograron posar su Marte 3 en 1971, no emitió señales más que unos segundos. El éxito le llegó a los estadounidenses en 1976 con los módulos de aterrizajes de las sondas "Viking 1" y "Viking 2".

Los próximos años serán muy "marcianos". De hecho, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció recientemente que el próximo "paso de gigante" será la llegada del hombre a Marte en 2030 y que quiere asentar los cimientos de este proyecto en lo que le queda de mandato. La NASA ya ha seleccionado a seis empresas privadas para desarrollar prototipos de módulos de hábitat para el espacio profundo. Les ha asignado 65 millones de dólares. Este viaje, indicó Obama, nacerá de la colaboración con el sector privado. En Estados Unidos, hay un millar de compañías en el sector espacial. Uno de los más destacados empresarios empeñados en llegar a esa nueva frontera roja es Elon Musk, dueño de los coches eléctricos Tesla y de los cohetes Space X, quien está convencido de que este planeta Tierra no tiene futuro y ya está ofreciendo billetes para colonizar Marte por 178.000 euros por cabeza.

La fecha fijada por Barack Obama para que el ser humano deje su primera huella en el Planeta Rojo es 2030, pero en los próximos años se anuncia un "atasco" marciano por la cantidad de misiones que enviaremos allí. En 2018, Estados Unidos tiene previsto enviar otro robot llamado InSight, para conocer más del subsuelo marciano y sobre su actividad sísmica. En 2020 llegará el robot europeo de la misión ExoMars, pero los chinos tienen previsto enviar otra nave a orbitar en torno al Planeta Rojo y hasta Emiratos Árabes han previsto lanzará una sonda científica. La moda del siglo XXI amartizar.