El astronauta Pedro Duque (Madrid, 1963), primer español en viajar en la Estación Espacial Internacional (ISS), jurado del premio "Princesa de Asturias" de Cooperación Internacional y premio "Príncipe de Asturias" (en su anterior denominación) en la misma categoría en la edición de 1999 junto a los astronautas John Glenn, Valeri Poliakov y Chiaki Mukai por su "exploración pacífica del universo" y la colaboración entre países en la aventura del cosmos volvió ayer a Oviedo con motivo de la entrega de los galardones. En esta visita Duque tuvo oportunidad de analizar en detallela última misión espacial en Marte, cuyo objetivo principal es resolver el misterio del metano en el planeta rojo.

-¿Qué opina del desenlace poco optimista (la pérdida de la señal de la sonda Schiaparelli) en la última misión de "amartizaje"?

-El proyecto tenía dos partes y la gente se ha fijado más en lo que ha funcionado mal pero no todo ha funcionado mal. Van a tardar un poquito más en lograr el objetivo pero no todo ha funcionado mal. Ha fallado el terminal que es la parte que todo el mundo estaba mirando. No siempre todo sale al 100% pero la mayor parte de los fondos de investigación estaban puestos en el satélite y eso está funcionando absolutamente. Tenemos el 90% hecho.

-¿Hay desmoralización en el equipo que impulsó ese proyecto?

-Sí entre la gente que trabaja precisamente en la parte del sistema que parece ser que ha fallado pero el resto del equipo casi todos están muy contentos.

-¿Cuál es el próximo desafío en la exploración del cosmos?

-Esta nave que se ha enviado tiene que estar varios años estudiando el planeta Marte y la distribución de los gases de la atmósfera. Eso es importante porque quizá haya gases que sean muy importantes a futuro. En la Tierra existen ciertos gases que produce el efecto de la vida pero en Marte quizá sea otro fenómeno el que los produce. Dependiendo de lo que salga de esta misión es posible que encontremos zonas que después será muy interesante explorar.

-¿En qué proyectos profesionales está embarcado?

-Ahora estoy otra vez en la Agencia Espacial Europea (ESA), en la oficina de astronautas. Hago la revisión de los proyectos futuros. Se trata de solventar los problemas que pudieran surgir cuanto antes mejor.

-¿Cómo afronta la industria aeroespacial el tijeretazo a los fondos en investigación?

-En el caso de la Agencia Espacial Europea (ESA) se ha sorteado muy bien porque son más de veinte países los que contribuyen. No todo el mundo tiene las mismas circunstancias pero todos entienden que por causa de los estudios que se hacen, la inversión en este campo es rentable. La I+D y todos los desarrollos que se hacen para ir al espacio merecen la pena y, al final, se gana dinero con ello. En la ESA lo que hemos hecho es obtener más o menos los mismos fondos de los países, no ha decaído precisamente porque la decadencia de unos se ha compensado con la subida de otros y lo que sí hemos hecho es un esfuerzo muchísimo más grande de eficiencia, utilizando todavía mejor los fondos asignados.

-¿Anima a los jóvenes a orientar su carrera profesional hacia la investigación espacial?

-Por supuesto. Las sociedades que vayan a tener una calidad de vida razonable en el futuro son las que ahora están formando a gente para que investigue. No tenemos otra salida. Hay dos maneras: o tienes la suerte de que te salga dinero del subsuelo como les pasa a algunos países en Oriente Próximo aunque esa no es una solución buena; o optas por la otra solución, que es la buena, el conocimiento, y que la gente investigue. Animo totalmente a los estudiantes a que se dediquen a las Matemáticas, a la Ciencia, a la Tecnología... y lo que tenemos que hacer es que los mejores alumnos se dediquen a eso porque es mucho más importante tener a gente muy dedicada en lugar tener grandes cantidades de gente medio dedicada.

-¿Qué puede aportar la investigación espacial de cara a mejorar o mitigar efectos del cambio climático?

-Está caro que el estudio global del clima se hace desde fuera de la Tierra y para eso los programas espaciales, de enorme envergadura, que se están acometiendo desde la ESA, son la verdadera fuente de datos que nos permite tomar las decisiones correctas. Eso ha permitido convencer a todos los gobiernos para que firmen el Acuerdo de París.