En resumen, que no vino la Princesa, que Oviedo no tuvo el honor de que viniera Leonor, o, si lo prefieren, que Leonor no tuvo el honor de venir a Oviedo. En fin, que los Premios "Princesa de Asturias" no contaron con la presencia de la Princesa de Asturias de premio.

Si nos detenemos en los detalles, pasaron muchas más cosas en la retransmisión televisada de la entrega de los Premios. Por supuesto. El protocolo habitual, la coreografía acostumbrada, la ceremonia de siempre. Quien quisiera centrarse en el inevitable paso de los años o recrearse en el humor facilón y cruel se fijaría en el traspiés de la reina Sofía en la salida del hotel Reconquista, en el golpe que se dio al subir al coche, y en el tropiezo que tuvo con la alfombra al entrar en el teatro Campoamor (Twitter dirá, aunque supongo que ya estará diciendo mientras escribo). Los profes de inglés, por su parte, estarían tomando nota para contar la semana que viene en clase a sus alumnos lo importante que es el estudio de idiomas, visto que desde que llegó a Oviedo la premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales Mary Beard (Mari Barba) ya la oímos cómo la llamaban Mary Bird, Mary Bearn y Mary Beer (Pájaro, Oso y Cerveza, respectivamente), menos mal que visitó la villa de Veranes en vez de ir a la playa (ya saben: "beach"). Quien fuera más reivindicativo, notaría cómo un año más la retransmisión resaltó el cariño popular a los Reyes y los sonoros aplausos en las calles mientras se escamotearon las protestas, igual de populares, y los abucheos y eslóganes, igual de sonoros, pero al parecer menos telegénicos o simplemente más incómodos (un detalle espeluznante: en el "Telediario" previo dijeron que antes de la entrega de los Premios los Reyes recibieron a los estudiantes con mejor expediente de la Universidad de Oviedo, "un encuentro que permite mantener un contacto directo con la sociedad asturiana", tras lo que añadieron: "La ciudad entera sintoniza con la ceremonia". De vergüenza. ¡No solo ocultaron que hubo estudiantes que no quisieron reunirse con los Reyes y que había gente en la calle manifestándose contra la monarquía, tuvieron además la falta de decencia y la poca profesionalidad de negarlo expresamente! Pero, volviendo a nuestro propósito, detrás de todos estos asuntos, debajo de cada encuadre, fuera del tiro de cámara, estuvo siempre la no presencia de la Princesa, la ausencia de Leonor.

Nombró a Leonor Patricia Espinosa en su discurso de agradecimiento por el premio "Princesa de Asturias" de Cooperación Internacional a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático y el Acuerdo de París. La nombraron los locutores cuando la cámara enfocaba al palco de la reina Sofía en el teatro Campoamor y comentaban que el día que Leonor acuda al acto de entrega de premios tal vez podamos ver cómo comparten palco "la reina abuela y la reina madre", una expresión que si llega a oídos del "borbonólogo" Jaime Peñafiel le hará poner el grito en el cielo. También la nombró dos veces el rey Felipe. Una de forma involuntaria cuando dijo "premios Príncipe" y rápido se corrigió y pasó a "premios Princesa" (algo que ya le ocurrió más veces), y otra cuando en el discurso de clausura la nombró expresamente y esperó unos instantes esperando el aplauso que, claro, llegó.

Mientras no venga a aportar un poco de frescor a tanto acartonamiento ceremonioso la Princesa, mientras esperamos que llegue el día en que podamos decir que los discursos se escapan de su boca de fresa, sería bueno que, válganos el cielo, alguien le diera indicaciones precisas a Felipe para que entendiera que una de las misiones fundamentales que debe realizar hoy un rey para lograr el apoyo popular es tener al pueblo entretenido. Y eso incluye, aunque solo fuera de vez en cuando, al menos un poquito, si quiera durante un instante, salirse ocasionalmente de la institucional línea trazada y seguir otra línea que le deben trazar más fina y le permita romper el protocolo. Así, cuando la tele se acerque a los que están en la calle desde primera hora cogiendo sitio detrás de las vallas para ver a los reyes de cerca, podrán decir que el rey es guapísimo, que es muy buen rey, que es muy cercano y muy natural, sobre todo natural.