Las hojas son las protagonistas de "Hacia la luz. Hasta la ausencia", un proyecto del artista de Villaviciosa Francisco Fresno que reflexiona en torno a la naturaleza; entre lo eterno, como es una obra de arte, y lo efímero, como las hojas en otoño. Pero también sobre la fragilidad, como la porcelana que utilizó para reflejar el proceso de erosión natural. La exposición puede verse en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

La muestra, que se inauguró ayer y que se prolongará hasta principios de 2017, se concreta en tres piezas: dos instalaciones y una serie de fotografías. Lo primero que el visitante se encuentra al entrar en el palacio de Velarde es "Hacia la luz". Se trata de 16 peanas de distintas alturas y aspecto ascendente entre las columnas del patio. El color, por debajo, se difumina con el de la piedra del suelo y se va degradando hasta el blanco, color que se aprecia en la peana más alta. Visto desde arriba, parece que las hojas cayeron allí, sin orden.

En todas ellas hay césped, sobre el que están hojas de porcelana receptoras de la luz natural que entra desde arriba. "Se da una relación entre lo geométrico, lo espacial y lo orgánico, que está en esas formas curvas de las hojas de porcelana", explica el artista. "Elementos muy frágiles, que en la naturaleza son caducos, pero que aquí tienen esa 'permanencia'", prosigue. Una permanencia entre comillas, dice Fresno, porque no deja de ser una exposición temporal.

Frente a esta instalación se encuentra "Tempus", una serie de fotografías que su mujer, Karmen Sáenz Elorrieta, tomó a una hoja del limonero del jardín de la casa que ambos tienen en Gijón. La hoja está fotografiada a escala natural, por lo que se ve cómo va perdiendo color y consistencia a medida que pasa el tiempo por ella.

El proyecto continúa en la sala de exposiciones, un espacio sumido en una parcial oscuridad, donde se encuentra "Hacia la ausencia", bajo una luz tenue. Esta pieza tiene seis peanas. La parte de arriba, entre vitrinas, muestra una hoja de porcelana. Pero tiene menos volumen que la anterior. Hasta que en la última peana desaparece la hoja. Una metáfora de la vida, del paso del tiempo. "Pero también es verdad que toda despedida de algo es un encuentro hacia algo distinto", matiza el artista.

También se encuentra "Uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis", una serie de seis dibujos tratados también de forma secuencial de la misma silueta de una hoja, que se debilita hasta quedar en nada, sólo con el blanco del papel.

Las hojas de porcelana fueron hechas gracias al ceramista Manuel Cimadevilla, que le dio todo el soporte técnico sobre este material. "Hacia la luz. Hasta la ausencia" es un proyecto que surgió de la experiencia que el artista tuvo con Cimadevilla con motivo de la exposición "Cajas. 10 propuestas de cerámica artística en Asturias", que se celebró también en el Museo de Bellas Artes de Asturias en noviembre de 2015. "Eso que dicen de que uno está haciendo siempre la misma obra es cierto", afirma el artista: "Uno sigue un patrón", añade.

Ésta es la tercera individual de Fresno en el Museo de Bellas Artes de Asturias y el séptimo proyecto específico de un artista contemporáneo que se realiza en la pinacoteca bajo la dirección de Alfonso Palacio. Proyectos que, según el director, son "muy meditados y muy profundos".

El artista también indicó que, próximamente, saldrá un catálogo diseñado por Juan Jareño, con fotografías de José Ferrero y Karmen Sáenz y textos de Juan Carlos Aparicio y Juan Carlos Gea, así como del propio Jareño y de Fresno. Esta pieza será concebida como una parte más del proyecto y adoptará la forma de un cuaderno de viaje natural: al estilo de los que los científicos usaban para documentar la vida vegetal dibujando las especies que iban descubriendo.