Oviedo, J. BLANCO

Lo primero que comenta Patxi Mangado a LA NUEVA ESPAÑA es que la ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias ha sido galardonada con el premio Royal Institute of British Architects (RIBA), que se concede en Londres por los arquitectos británicos y que elige los 20 edificios más importantes del mundo de los dos últimos años. Una noticia que desveló minutos antes de hacer una visita guiada por el Bellas Artes, fundamentalmente para colegas de la profesión. "El galardón se concede a aquellos edificios de nueva construcción que ejemplifiquen la innovación en el diseño, la excelencia arquitectónica y que tengan un significativo impacto en el ámbito social y geográfico en el que se inserte", matizó el arquitecto navarro.

Durante su visita guiada Mangado dejó muy claro lo importantísimo del proyecto, "por el sitio, el contenido y las características especiales que se dan al trabajar en un contexto histórico". Incluso fue positivo para la obra la crisis, la duración y la polémica: "Ha venido bien porque dio más tiempo, el que no tenemos" habitualmente. La crisis parecía un problema y fue una virtud. La gente creo que lo acogió bien", y seguramente ayudó la problemática para su valoración: los ciudadanos también "tuvieron tiempo para madurar su juicio" al respecto.

Entre gente del sector, relajado, pedagógico y muy directo, Patxi Mangado fue explicando la arquitectura de la ampliación del Museo de Bellas Artes, que basó en tres puntos clave. Antes, estuvo largo tiempo en la entrada principal relatando cómo había trabajado las fachadas y salvado la exigencias de Patrimonio, también cómo integró el edificio en el contexto.

Efectivamente, para Patxi Mangado hay tres líneas maestras en la arquitectura de la ampliación del Bellas Artes: "La vocación urbana del edificio, la luz como instrumento que se utiliza para cualificar el museo espacialmente y una estructura clara de organización de espacios que permita la exposición de la piezas con dignidad, con cierta perspectiva y con posibilidad de que el edifico se vaya adaptando en función de las necesidades."

Respecto a la luz incluso aludió a cómo le impresionaron durante el trabajo los cambios que hay a lo a largo del día en la ciudad: "La luz de Oviedo es una maravilla, es cambiante y hay que apropiarse de ella". Y, trasladándola al museo, también habla "del pozo de luz", o mejor, "el patio-pozo", que Mangado identificó, metafóricamente, con la mina, el contraste con el pozo minero. (Aunque luego ironizó con esto de la metáforas, tan en boga, en los conceptos arquitectónicos). En cuanto al contexto explica que la fachada se "mantiene básicamente porque es arqueología urbana".

También evocó cuando apareció la fuente, que valió para el edificio, porque "deja huella" y el tiempo que llevó excavar ("la mina presente de nuevo", matizó a propósito de la excavación). "Aquello costó mucho y yo me rebelé, pero ahora, con el paso del tiempo, me parece bien", apuntó. Aprovechó este punto para explicar a su colegas la idea de dar por dentro del edificio continuidad a la calle, a "la calle histórica".

Dio mucha importancia al concepto de integración y de cercanía, del "museo escaparate" que permite observar desde la calle. ¿"Cuántos hay que se puedan ver desde la calle?", se preguntó.

"También se refirió a la parte opaca del pasadizo que ampliará el edificio cuando se aborde la otra fase. Explicó que la parte opaca está hecha con toda la intención, ya que en el exterior no hay nada que merezca la pena ver, menos un resquicio final que dejó transparente, donde se aproxima, casi para tocar con la mano, la torre de la Catedral.

Entre detalle y detalle del recorrido Patxi Mangado fue contando a los visitantes los materiales usados, los cristales, el sistema de instalaciones y en algún momento hasta se le preguntó, por las medidas (de alto y ancho) de alguna sala.

El arquitecto navarro llegó a Oviedo con un premio de prestigio y en doble misión: la citada visita guiada y a dar una conferencia en la que abordaría "cuatro o cinco obras de arquitectura general. Los conceptos clave: la relación con el contexto, explicar proyectos grandes y pequeños en el contexto urbano". Y se refirió a algunos ejemplos. "El Palacio de Congresos de Palma, que es el más grande España; el Bellas Artes de Asturias o el Museo de Arqueología del País Vasco, pero también obras de vivienda social" y otro tipo de edificios: "Intentando explicar las ideas que configuran mi manera de hacer arquitectura", puntualizó.