Es una de las actrices (también dirigió un corto) más prestigiosas de la escena española. Galardonada hasta en dos ocasiones con la "Concha de plata" del Festival de San Sebastián y con un "Goya" por su papel en "Lugares comunes" ha estado a las órdenes de directores como Pilar Miró, Jaime Chávarri, Montxo Armendáriz, Fernando Colomo o Gracia Querejeta. Intérprete casi siempre exacta, de las que dan mucho desde una cierta contención, Mercedes Sampietro (Barcelona, 1947) estuvo ayer en Gijón para recoger el premio "Mujer de Cine", que se entrega coincidiendo con el certamen internacional que se clausuró anoche en la ciudad. Afable, sencilla, la que fuera también presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, entre noviembre del 2003 y diciembre del 2006, habló de cómo ve un arte y una industria (es ambas cosas) en un país en el que aún pesan decisiones políticas como la cuestionada subida del IVA.

"Creo que nuestro cine no refleja demasiado bien la realidad", aseguró la artista, después de describir cómo, a su juicio, el cine va cediendo a la tentación de "buscar la taquilla" mediante la concesión a los jóvenes. "No se está reflejando lo que pasa en la calle; hemos aprendido hacer cine policíaco, pero se dejan fuera múltiples aspectos de la realidad", añadió, antes de encadenar: "Pensarán que no vende lo suficiente".

Mercedes Sampietro, que ya recibió hace ocho años el premio "Nacho Martínez" del festival gijonés, fue presentada por Ana Palacios, presidenta de "Mujer de Cine", como una actriz de "interpretaciones extraordinarias por su voz única y su gesto exquisito". De "Gary Cooper, que estás en los cielos" a las premiadas "Lugares comunes" o Extramuros", la carrera de la artista está jalonada por notables actuaciones que siguen recordándose. Ha hecho también teatro y televisión, con aplauso del público y la crítica.

"La verdad es que estoy muy contenta por este premio, lo que ocurre que siempre tengo la impresión de que soy un fraude y de que un día se descubrirará". Hizo un reconocimiento al cine como expresión artística: "Lo adoro; me lo ha dado todo y es mi vida". Pero, ¿por qué entonces esa sensación confesada? "He coincidido con muchas personas a las que les ocurre eso mismo. Es cierto que la gente me para en la calle y me da las gracias por mis papeles, por lo que hecho, pero esa sensación nuestra deriva quizás de la inseguridad a que estamos sometidos los actores al estar siempre en un perpetuo examen. Y es que dependes de la opinión ajena y ya sabemos cómo funciona en este país lo del criterio", explicó.

Habló también de los tres años que estuvo al frente de la Academia, una responsabilidad que han asumido otras mujeres como Aitana Sánchez-Gijón, Marisa Paredes, Ángeles González-Sinde o la actual, Ivonne Blake, que obtuvo también el "Mujeres de Cine". "Ahora estoy muy desconectada y no estoy muy al tanto de la evolución de la Academia, aunque recuerdo que cuando yo estaba éramos pobres", dijo. Y más: "Fue una época que viví de forma intensa porque me pasó de todo; era un cargo político que nunca me había plateado ocupar, pero yo sirvo para ese tipo de trabajo. La verdad es que tuve también muchos marrones, aunque, siendo como fue una etapa interesante, nunca volveré a repetir".

La actriz apoyó el discurso reivindicativo que hizo Ana Palacios. Las mujeres siguen discriminadas laboralmente en muchos aspectos, incluidos los salarariales. "Es verdad que hay esa discriminación, quizás algo menos en el cine, aunque es cierto que hay muchos menos personajes para mujeres". Hizo resaltar, asimismo, que el número de mujeres directoras es escaso frente al de los hombres. ¿Y volverá a ponerse detrás de una cámara como hizo en 2009 con "Turismo"? Por cierto, fue también la guionista de este cortometraje. "Dirigí ese corto, pero no me considero una directora, que son palabras mayores; sí es cierto que me hubiera gustado continuar y que no descarto preparar otro proyecto pese a las muchas dificultades". Recordó que presentó su propuesta a un productor y la experiencia le resultó "satisfactoria y divertida". Mercedes Sampietro defendió el papel social de la educación: "Todo está en las escuelas".