La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una avalancha de chistes malos y peores

Nacho G. Velilla vuelve al humor facilón y cutre con un guión ramplón y una realización torpe

Perdiendo el Norte fue la película más taquillera de 2015. Recaudó más de 10 millones de euros y tuvo 1,6 millones de espectadores. Era malísima pero a Nacho G. Velilla no debió importarle demasiado lo que dijeran los críticos y espectadores más exigentes porque ahora vuelve a la carga con redoblados ímpetus en cuanto a mediocridad se refiere. Hablar de guión en cosas como Villaviciosa de lado es una pérdida de tiempo así que pasemos páginas. Su trama esquemática es un pretexto para embutir como chorizos chistes pestilentes con los que buscar la risa facilona sin esforzarse lo más mínimo. Nadie reprochará a G. Velilla que ponga a la sociedad española ante su espejo deformante porque se lo tiene bien merecido, el problema es que lo hace de una manera tan tosca que ni siquiera se puede considerar chabanacana. Mucho menos, provocadora. Esto no es Berlanga, desde luego. Ni siquiera Ozores, que al menos tenía oficio suficiente para encuadrar bien. Villaviciosa de al lado vale lo que valen algunos actores con gracia, y nada más.

Compartir el artículo

stats