Una semana después de que el firmamento Michelin decretase sus estrellas sin mayor brillo para Asturias, la Guía Repsol ha alumbrado, podríamos decir bastante más con sus soles. Por algo el sol es la estrella más luminosa. Como principal novedad, Casa Marcial, el restaurante de Nacho Manzano de La Salgar (Parres), obtiene su tercera distinción y se suma a Casa Gerardo (Prendes, Carreño) en lo más alto del escalafón. Dos estupendos restaurantes asturianos de los llamados de producto, El Asador de Abel (Argüelles, Siero) y La Huertona (Ribadesella) logran por primera vez los dos soles y pasan a formar parte de la división de plata junto a Auga (Gijón), Real Balneario (Salinas), El Corral del Indianu (Arriondas), Mestura y Casa Fermín, estos dos últimos en Oviedo. Nadie pondría mayores objeciones.
Veinticinco años. El Real Balneario, una estrella Michelin, dos soles de Repsol, cumplió veinticinco años en Salinas con una cocina clásica actualizada, elegante y respetuosa con la despensa del mar. El restaurante de los Loya ha sabido durante todo este tiempo interpretar con acierto los gustos de una clientela que huye de las estridencias y busca respeto en el producto. Isaac Loya se ha encargado, además, durante los últimos años, de nutrir una interesante bodega a la vista de los commensales, a su vez espectadores privilegiados del mar, que ya dispone de seiscientas referencias nacionales y extranjeras.
El mundo a un plato de ti.
El agua de Borines Kangen, del manantial piloñés de La Victoria, busca nuevas experiencias y compañías. Por ejemplo, en colaboración con el restaurante ovetense Secreto a Voces, de la Calle Manuel Pedregal, e I+Drink, una singular armonía de comida y cócteles. Empanada de ceviche de langostinos con pisco sour; dim-sum de Black Angus, acompañado de spritz; un bacalao confitado a baja temperatura con crema de lentejas y un Oporto fizz, o un taco de vaca de Txogitxu, con un potente txacoli dry. Además de un tiramisú con negroni. Pronto se comercializará.
