La Policía de Bentonville (Arkansas, EE.UU.) ha pedido al gigante del comercio electrónico Amazon que entregue los datos de su altavoz inalámbrico "Echo" para ayudar a resolver un asesinato. Los investigadores del caso han logrado una orden judicial para exigir a Amazon que entregue el audio registrado por "Echo" como posible prueba para procesar a James Andrew Bates, el presunto asesino y dueño de este aparato. La Policía ha averiguado que, durante la noche del asesinato, se puso música que podría haber sido reproducida de forma inalámbrica usando el asistente "Alexa" y busca en las grabaciones que hace el aparato alguna pista.