Hubo un tiempo en el que la calidad de una casa se medía por el tamaño de sus salones._Hoy ese protagonismo ha pasado al cuarto de baño, el lugar del aseo y también del relax después de un largo día de trabajo.
Ese papel estelar del cuarto de baño ha sido reconocido por los mejores diseñadores de interiores del mundo, que realizan proyectos de ensueño para esas salas del hogar que deben aglutinar funcionalidad y estética.
Si lo que se quiere es un cuarto de baño de auténtico lujo, merece la pena decantarse por tonalidades como el negro, púrpura y dorado. El marrón chocolate y el gris quedan fenomenal mezclados con materiales como el mármol en las paredes, solados y encimeras.
Los motivos del arte griego y romano aportan un toque elegante en espejos y tocadores. Los brillos deben usarse con precaución y moderación, aunque sin olvidar que unos detalles dorados siempre resultan interesantes. Para aportar dinamismo al ambiente, una excelente idea es tapizar las paredes con papel o tela en la pared frontal. Las toallas personalizadas con monogramas o iniciales bordadas dan un toque de distinción. Los toalleros deben elegirse con cuidado, huyendo de materiales de mala calidad y respetando el estilo decorativo. Las grandes lámparas de techo se llevan más que nunca, aunque solamente son aptas para cuartos de baño con un buen tamaño. Las bandejas de porcelana o carey para colocar perfumes aportan orden y un aire de elegancia.
Si el cuarto de baño dispone de ventanas -todo un lujo en los pisos urbanos actuales-, será un acierto colocar bonitas cortinas o estores en tonos crudos.
Y claro, los espejos son una especie de pieza indisociable de esta estancia de la casa. Este año se llevan los de estilo veneciano y, en general, todos los que aporten sensación de barroquismo.
