Argentina llora la muerte de uno de sus grandes referentes literarios del último medio siglo. Ricardo Piglia falleció ayer, a los 75 años, en Buenos Aires. El escritor, natural de la localidad porteña de Adrogué y figura clave de la nueva narrativa argentina, llevaba varios años luchando contra una Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), según informa el diario "Clarín".

Durante su dilatada trayectoria, Piglia desempeñó casi todos los papeles vinculados a la creación literaria: fue editor, crítico, ensayista, guionista y profesor universitario, aunque sobre todo fue un novelista de raza que marcó el camino de la renovación de las letras argentinas durante y después de la Dictadura Cívico-Militar (1976-1983).

Aunque tenía una notable trayectoria previa dentro de la narrativa breve, fue la publicación de su novela "Respiración artificial", en 1980, la que reveló a Piglia como figura de referencia de las letras argentinas. Tras esa obra llegarían otras obras de referencia como "Plata quemada" (1997) o "Blanco nocturno" (2010), novela esta última con la que ganaría el premio internacional "Dashiell Hammett", que otorga la "Semana negra" de Gijón, en su edición de 2011.

Además de este galardón, Piglia obtuvo en su distinguida trayectoria otros premios de calado como el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (2012), el Premio Iberoamericano de Narrativa "Manuel Rojas" (2013), o el Premio Formento de las Letras (2015).

Entre toda su obra, no obstante, Piglia destacaba "Los diarios de Emilio Renzi", unos diarios personales en los que adopta la identidad de su alter-ego literario en numerosos relatos, y cuya tercera parte está prevista para su publicación este otoño.