El actor Jorge Bosch (Madrid, 1967) es uno de los protagonistas principales de la comedia "Invencible", del escritor británico Torben Betts. La obra, que se representa mañana viernes (20.15 horas) en el teatro Palacio Valdés de Avilés, es la primera de las incluidas en la programación del primer trimestre del año, un trabajo que comparte con sus compañeros Maribel Verdú, Pilar Castro y Jorge Calvo. Bosch es uno de los actores más populares del momento. Su presencia en series de televisión como "Buscando el norte" o "Gran Reserva" avalan esta afirmación. Además, el actor es uno de los fijos de las tablas avilesinas, desde los tiempos de "El método Grönholm" (2004) o "Todos eran mis hijos" (2010).

-Vuelve de nuevo a Avilés.

-Es un placer regresar a una plaza en la que siempre me han recibido con cariño.

-¿Qué fue lo que le llamó la atención de "Invencible"?

-Lo primero de todo: repetir con Daniel Veronese. Lo segundo, trabajar por primera vez con Maribel Verdú.

-Y el texto, digo yo.

-Claro. Con todo eso casi me vi obligado a decir que sí. Con Natalia Verbeke al principio y, ahora con Pilar Castro y Jorge Calvo no podía decir que no.

-Usted y Verdú son la pareja venida a menos que choca con sus nuevos vecinos. Y, encima, en formato de comedia.

-Más o menos. La comedia es la forma externa del montaje, pero en algunos momentos se torna drama. Estamos hablando de dos parejas: una burguesa y la otra más de barrio. Existen entre ambas parejas diferencias que, en un principio, parecen irrenunciables, pero al final se descubre que todos somos lo que somos: personas de carne y hueso. La obra la escribió un dramaturgo inglés que pinta dos parejas en apariencia opuestas. Unos son de mucho fútbol y los otros de mucho arte. Esto es lo que produce el enfrentamiento y, a la vez, las situaciones más cómicas.

-Y, encima, con Veronese.

-Había trabajado con él cuando "Glengarry Glen Ross". En aquel momento no se podía tocar el texto. Es de David Mamet. Con "Invencible" no tuvimos ese problema. Adaptamos la comedia inglesa a la sociedad española. Mencionan, por ejemplo, las guerras. Y eso, a nosotros, nos toca de manera más superficial. Volver a ser un actor de Veronese ha sido intenso e interesante. Es un trabajador incansable: a las siete y media de la mañana teníamos nuevas notas a la dirección. No para. Además tiene algo extraordinario: nos hacía caso sin problema. Al principio Maribel y yo hacíamos una escena en tono cómico, pero no terminaba de funcionar. Se la mostramos en forma dramática y así se ha quedado. Pero esto no quiere decir que nos subamos a su chepa. Sabe darte la cuerda suficiente para llegar a la meta que se ha propuesto.

-¿Qué es lo mejor de las giras?

-Mi amigo Ginés García Millán dice que la esencia del teatro son las giras. Y, en este caso, estoy convencido de ello. Nos lo pasamos muy bien en escena y eso lo sabe ver el espectador que viene a vernos. Durante las giras conoces nuevos sitios, reconoces otros. Por ejemplo, quiero volver a esos ultramarinos que hay en frente de la iglesia de Avilés.

-El otro día Meryl Streep salió a la palestra contra Donald Trump, que dice que es una actriz sobrevalorada.

-Ja ja ja. ¿Que está sobrevalorada Meryl Streep? ¿Y lo dice él? La que nos espera. Yo creo que forma parte de la esencia de los actores poder decir lo que piensan. Pueden hacerlo y puedes estar de acuerdo o en desacuerdo con ellos, lo que no puedes es impedírselo. Vaya elemento que les ha tocado.