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Al jardín con mucho estilo

La divulgadora y columnista de "The Guardian" Alys Fowler, vestida -elegante y con todo detalle- para trabajar en el jardín.

Cultivar la propia huerta o tener un jardín está de moda. No hay más que fijarse en la gran cantidad de prendas y complementos que aparecen para ser utilizados en las zonas verdes pensadas para momentos de esparcimiento y relax. Aunque en España la tendencia se hace un poco de rogar, tal vez por la aprensión con la que aún se miran las cosas rurales desde la ciudad, cada vez es más frecuente que un profesional de ciudad aproveche ratos libres para sembrar tomates o podar rosales.

Y, claro, como toda actividad que se precie ésta tiene su propio código de vestimenta. Ya no vale lanzarse a la huerta con el primer suéter raído que se guarda en el fondo del armario. Una de las gurús de este nuevo resurgir del "gardening" es la horticultora y divulgadora inglesa Alys Fowler, presentadora de un programa de jardinería en la BBC y columnista de "The Guardian". Fowler habla de aspectos técnicos (es una autoridad en la materia), pero también marca moda con unos looks tan estudiados como el que luce en la imagen de la derecha.

El pelo recogido en un moño informal, el pañuelo al cuello, la camiseta de rayas y el vestido tejano, con las katiuskas verdes, sin marca visible, configuran un atuendo pensado para sentirse guapa en la tierra.

Los accesorios son todo un mundo. Existen desde palas, rastrillos y guantes con estampaciones del irlandés William Kilburn -con sus acuarelas del XVIIII expuestas en el Museo Victoria y Alberto de Londres- a mangueras como la Garden Glory (la gloria del jardín), que a simple vista parece un bolso, y que es, sin duda, la más elegante del mercado. Las mangueras se mezclan y combinar con un sinfín de soportes y boquillas de pared.

Casas como Hunter presentan colecciones de botas con todos los colores para que las pisadas sobre el terreno siempre sean seguras y elegantes.

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