El parlamento ruso se dispone a debatir una modificación de la Ley de Violencia Doméstica, aprobada en julio del pasado año, a petición de la senadora ultraconservadora Yelena Mizulina, del partido "Rusia Justa". Si la propuesta de Mizulina sale aprobada, supondrá que los malos tratos dejarían de juzgarse por la vía penal y tendrían la consideración de delito civil, siempre y cuando no se produzcan más de una vez al año.

En la práctica, esto supone una reducción radical de las penas. De aprobarse el texto de Mizulina, un marido que pegase a su mujer una vez al año sería penado con 500 euros, un arresto de 10 a 15 días o 120 horas de trabajo social, según precisa "El Mundo".

A juicio de la senadora rusa, la nueva Ley de Violencia Doméstica resulta excesivamente dura, ya que interpreta que una persona puede acabar en prisión "por una bofetada" a su mujer o a un hijo. "En la cultura tradicional rusa, las relaciones paterno-filiales está construidas sobre la autoridad del poder del padre. Las leyes deben apoyar esa tradición", sostiene Mizulina, en unas declaraciones recogidas por "The Moscow Times".

La propuesta de ley de la senadora Mizulina ya ha pasado el primer trámite parlamentario. Este miércoles, una amplia mayoría de la Duma Estatal, la cámara baja de la Asamblea Federal de Rusia, aprobó la propuesta en primera lectura, por lo que ahora deberá ser analizada y votada para su ratificación.

Según las estadísticas del gobierno ruso, un 40% de los crímenes violentos se producen en entornos familiares. Esto supone que 36.000 mujeres y 26.000 niños son agredidos, por sus respectivos maridos y padres, cada día en el país.

La senadora Mizulina ya defendió, con éxito, otra controvertida propuesta de Ley tres años atrás: la Ley de Propaganda LGBT, que condena la difusión de cualquier tipo de propaganda de carácter homosexual, dirigida a menores de edad. Una actividad penada con multas e incluso con la cárcel.