Utilizar el teléfono móvil como una tarjeta de crédito es la última tendencia en cuanto a hábitos de consumo que en España aún asumimos con cautela. Mientras que las compras online a través del teléfono se han duplicado en 2016 según el Barómetro de Tarjetas realizado por Mastercard, el uso del terminal como medio de pago en comercios muestra un paulatino avance. Ovidio Egido, director de la entidad, señala que la tarjeta sigue siendo el centro de las transacciones diarias de los españoles.

A efectos prácticos pagar a través del móvil resulta seguro y sencillo. Este sistema evita que la tarjeta pueda ser duplicada y su uso se resume en tres pasos: abrir la aplicación de pagos móviles, acercar el teléfono al lector e introducir la clave o huella dactilar. Un proceso que, además, resulta muy rápido. Se tardan veinte segundos en pagar con una tarjeta de crédito con chip y ocho en hacerlo con el móvil. Según un estudio realizado por Samsung, al 58 por ciento de los españoles le gustaría utilizar un sistema de pago móvil seguro que le permita aligerar el peso de su cartera. Entonces, ¿por qué no lo utilizamos cada día? "Hace falta una fuerte labor de evangelización", observan desde la consultora Forrester Research. En este sentido, Samsung prepara un asistente virtual llamado Bixby para disipar dudas y convencer de las bondades del sistema. Sin embargo, esta tecnología debe superar más escollos. Por un lado, la parte técnica. Tanto el datáfono del comercio como el teléfono móvil del consumidor han de contar con un sistema denominado NFC (Near Field Communication) que transmite datos entre dispositivos colocados a milímetros. Por otro lado, es necesario un estándar. Hasta la fecha, operadoras, fabricantes y bancos hacen la guerra por su cuenta y ninguno termina de despuntar.

Este es el panorama. Vodafone (Vodafone Wallet), Movistar (Cartera NFC) y Orange (Orange NFC) permiten pagar con el móvil a través de sus aplicaciones. Apple Pay, Samsung Pay y Google (Android Pay) también se suben al carro de los monederos digitales. A mediados del año pasado Samsung Pay aterrizó en España (en primicia para Europa) con una plataforma de pago compatible con cualquier tarjeta de crédito (Visa, Mastercard o American Express). Poco después llegó Apple Pay con opciones más limitadas y menos socios comerciales. Carrefour es el acuerdo más destacado de Apple frente a El Corte Inglés, Mercadona, Cepsa o MediaMarkt de Samsung. La asignatura pendiente de ambos es conseguir más aliados entre los principales bancos aunque éstos también juegan sus propias cartas. Más allá de las plataformas de cada entidad, alrededor de 30 bancos españoles (que representan el 95 por ciento del mercado financiero) han lanzado en conjunto Bizum. Una aplicación que permite enviar dinero al instante con el móvil entre clientes de distintas entidades. Este sistema ha superado a principios de este año los 300.000 usuarios y la intención es que, en un futuro, la plataforma sirva para pagar en comercios. Por cierto, algunos establecimientos también se suman a este batiburrillo de opciones. Inditex, por ejemplo, cuenta con su propia aplicación (InWallet) para abonar las compras en sus ocho marcas de moda.