La Unesco considera "crimen de guerra" los daños que el Estado Islámico (EI) ha vuelto a cometer contra los restos de la ciudad siria de Palmira, declarada patrimonio de la Humanidad, y ha solicitado a la comunidad internacional defender los bienes culturales de las agresiones del grupo yihadista.

El organismo de Naciones Unidas que vela por el patrimonio recibió ayer imágenes de satélite que confirman que los daños se localizan en el proscenio del teatro romano de la ciudad, del siglo II, y en el tetrápilo, que ha quedado completamente destruido.

"Esta destrucción es un nuevo crimen de guerra y una pérdida inmensa para el pueblo sirio y la humanidad", declaró en un comunicado la directora general de la Unesco, Irina Bokova, que reivindicó que la protección del patrimonio cultural de esta ciudad Siria "es inseparable de la protección de la vida humana".

La Dirección General de Antigüedades (DGA) siria confirmó que los daños fueron intencionados por parte del EI y se produjeron entre los pasados 26 de diciembre y 10 de enero.