Las pinturas y grabados del paleolítico pasaron de estar ubicados en "galerías públicas", es decir en los pasadizos principales de las cuevas, a ser "exposiciones más privadas" en zonas alejadas del recorrido central de las grutas. Esta es una de las conclusiones que la investigadora del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco Blanca Ochoa expone en su tesis doctoral, para cuya elaboración exploró nueve cuevas de Asturias y Cantabria.