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"La verdad está asediada"

"Crearemos un equipo de investigación para perseguir las manipulaciones de Trump" - "Internet facilita una información ilimitada pero también falsedades y teorías conspiratorias que la gente cree" - "La cualidad que más necesitamos ahora los periodistas es la valentía"

"La verdad está asediada"

Martin Baron, director de "The Washington Post" aterrizó ayer en Madrid, tras casi 10 horas de vuelo, medio aturdido todavía por la catarata de insultos del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la prensa, entre cuyos destinatarios su periódico ocupa un lugar destacado. "¡Qué le vamos a hacer!", reflexionó resignado el periodista de Florida, quien sin embargo advirtió que ni él ni su redacción se van a dejar amilanar por los exabruptos y amenazas del magnate reconvertido en político y anunció la inmediata creación de un equipo de investigación rápida dedicado en exclusiva durante un año a perseguir las falsedades de la nueva Administración estadounidense.

"Estamos en pleno auge de una posverdad que consigue convencer a la gente de que las mentiras son verdades", lamentó Baron tras precisar que esa unidad de investigación estará formada por ocho personas: un director, cinco periodistas, un fotógrafo y un especialista en periodismo de datos.

Baron acudió a la Fundación Rafael del Pino a dar una conferencia organizada por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra sobre el futuro de las marcas tradicionales en el mundo del periodismo y a apuntarse el tanto de haber superado al final del año pasado en usuarios únicos digitales a su rival, "The New York Times". Pero su principal preocupación le condujo a poner el foco una vez más en el brutal asedio que sufre la verdad antes que en las inquietantes incertidumbres en torno al futuro de los medios de comunicación provocadas por la transición digital.

En una cita previa a su conferencia con representantes de los principales medios de comunicación españoles, el director de "The Washington Post" hizo un repaso exhaustivo de la borrascosa campaña electoral norteamericana que tanto daño hizo a los periódicos considerados de referencia por volcarse en la denuncia de las atrocidades de Donald Trump, circunstancia hábilmente explotada por el populista candidato republicano para acusar a "The Washington Post" y a otros medios de comunicación tradicionales de informar con parcialidad para ayudar a su rival, Hillary Clinton, ejemplo claro de la "casta" política del país más rico del mundo. "Nos ha llamado de todo: desde deshonestos hasta escoria", comentó con media sonrisa Baron, quien quiso matizar no obstante que su periódico "no está en una guerra" contra Trump, sino cumpliendo con la obligación de todo periodista: "Descubrir los hechos, verificarlos y contarlos" a la sociedad.

No le quedó en el tintero relato alguno de las más inverosímiles historias supuestamente protagonizadas por los Clinton y los medios de comunicación, difundidas sin previo contraste alguno por las redes sociales bajo el pretexto de ser meros distribuidores de noticias. Se nota que Baron no ha recuperado del todo la calma tras una batalla tan cruenta, mero aperitivo de lo que se avecina, a la vista del recurso de la Casa Blanca de descalificar como "fake news" las noticias reales adversas de la prensa considerada hostil.

"De lo que se trata ahora desde la Casa Blanca es de deslegitimar el trabajo de los periodistas", se lamentó el director de un periódico que ya ha cumplido los 80 años llevando a gala su apuesta por la investigación para la que ahora solo cuentan con dos personas que realizan trabajos laboriosos en los que invierten hasta seis meses de esfuerzo.

Frente a la información veraz y contrastada de los profesionales, Baron contrapuso la estrategia de la nueva Administración Trump basada en tuits "que no son una cortina de humo, sino la revelación más clara de la personalidad" del nuevo presidente norteamericano que ha logrado convencer a la clase trabajadora más desorientada en el nuevo contexto de la Globalización. "Hay un público que no está interesado en conocer la verdad y únicamente lee las noticias que son acordes con sus posiciones", criticó el periodista, quien en todo momento mostró su satisfacción y orgullo por la campaña sesgada anti Trump hecha por su equipo que tal vez haya contribuido sin quererlo a instalar al magnate en la Casa Blanca.

Y en esta época de la posverdad dominada por las redes sociales, los periódicos tradicionales sufren una sangría de lectores que preocupa a todos los editores del planeta. No es para menos. La confianza en los medios ha caído como ocurre también con otras instituciones, pero "nosotros estamos entre los peores en el ranking", confesó con amargura el director que inspiró la oscarizada película 'Spotlight'. Vivimos gracias a Internet con una información ilimitada y eso es bueno pero mucha gente se deja llevar por solo aquello que refuerza sus prejuicios y así, por renunciar a una información plural, no cambiará nunca de opinión.

"La verdad hoy está asediada. Internet es el corazón del problema por la facilidad que supone para difundir falsedades y teorías conspiratorias que la gente acaba creyendo. El periodismo, como todo, es imperfecto y ha cometido errores, pero alguien tiene que decir las cosas como realmente son", reconoció, porque "no podemos ser tímidos. Tenemos que ser honrados con el público. Ningún poder debería tener derecho a reprimirnos y nosotros no debemos aceptar presiones ni autocensurarnos. La cualidad que más necesitamos ahora es la valentía". Este es su mensaje para los periodistas en tiempos turbulentos.

Baron puso enseguida las cartas sobre la mesa al referirse al periodismo de hoy. Estamos en una sociedad digital y debemos adaptarnos a ella "por mucho que les cueste a algunos periodistas". Es más, estamos en la sociedad del teléfono móvil, pues en 2020 el 80 por ciento de los habitantes de la Tierra tendrán un smartphone. Explicó con detalle los cambios realizados en la redacción de su periódico, donde los periodistas conviven con un buen número de ingenieros. En plena época de recortes generalizados, "The Washington Post" incorporó varias decenas de redactores en 2016, el primer año que declara beneficios tras la adquisición del periódico por Jeff Bezos, dueño de Amazon. En 2017 esperan contratar a otros 60 redactores para reforzar la cobertura informativa no solo de la Casa Blanca sino también de todos los departamentos dependientes de la Administración Trump. "The Washington Post" tira además de 2.500 periodistas en paro o subempleados como freelancers para que faciliten a la central instantáneamente cualquier noticia que se produce en el mundo.

Baron dedicó unas palabras de reconocimiento a su jefe, Jeff Bezos, quien nada más tomar posesión de su cargo dio un giro radical a la estrategia del periódico abandonando su orientación regional, "desde Washington para Washington", para volcarse en la actualidad nacional e internacional porque quería hacerse grande rápidamente en el mercado global gracias al apoyo de Internet, que con una distribución gratuita hace innecesarios los camiones para llevar las noticias a todos los rincones del mundo. "La aventura internacional del diario está aún en pañales", admitió.

Baron invocó en varias ocasiones la misión que tiene encomendada todo periodista como principal motivación para mejorar la información que transmite a comunidades y países, una información que es la base de la sociedad civil y de la democracia, siguiendo la recomendación de Bezos de pensar antes en esa misión que en el negocio. A todo verdadero periodista le motiva su particular brújula para descubrir la noticia y su obligación de decir la verdad al poder. Por eso "la cualidad que más necesitamos ahora los periodistas es la valentía".

Y si con su valentía movilizó al electorado sobre todo republicano para aupar a Trump a la Presidencia de EE UU, la victoria del provocador presidente le ha valido para aumentar el número de suscriptores digitales de su periódico. "Creo que a pesar del inhóspito panorama que se presenta son todavía muchos los ciudadanos que creen en una prensa seria que informe con veracidad y rigor de los desmanes de sus gobernantes", proclamó. Esa es su máxima y su declaración de intenciones ante lo que le viene encima.

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