Científicos japoneses han observado que la Luna recibe oxígeno de la Tierra desde hace miles de millones de años, lo que hace pensar que este satélite natural puede preservar el historial de la atmósfera terrestre, según un estudio publicado en la revista "Nature Astronomy".

El análisis señala que el viento solar de partículas energéticas alcanza la superficie de la Luna de manera continua, con excepción de cinco días en cada órbita lunar, cuando el campo magnético de la Tierra se sitúa entre el Sol y la Luna y desvía esas partículas. Durante esos días, los iones de la Tierra pueden llegar a la Luna.

Debido a que el oxígeno de la Tierra es generado por la biosfera, este resultado sugiere que la Luna ha sido continuamente "contaminada" por sustancias generadoras de vida durante buena parte de la historia.