Oviedo, Andrea G. TORRES

Iba para cantante y terminó como director de orquesta. El músico británico Jonathan Nott es desde hace dos semanas director titular de la Orquesta de la Suisse Romande, con la que este domingo actuará en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Este concierto en la capital asturiana sirve a Nott y a su orquesta para concluir la gira que están haciendo por España. Nott guarda muy buenos recuerdos de sus actuaciones pasadas en Oviedo, y a juzgar por los elogios de crítica y público, es algo recíproco. Para Nott lo más importante en un concierto en directo es la capacidad de ser espontáneo y poder entablar una comunicación con el público. "En cada lugar sucede de un modo distinto, pero en las ocasiones que actué en Oviedo siempre he tenido muy buenas experiencias, y eso te acompaña cuando regresas", explica.

Para ser cantada

El programa del domingo incluye la Sinfonía nº 5, en si bemol mayor de Schubert y la Sinfonía nº 1 "Titán" de Gustav Malher. Nott es internacionalmente conocido por sus interpretaciones de la música de Mahler. "La clave de esta música está en su poder para ser cantada, quizá pueda sonar extraño el hecho de hacer cantable una sinfonía, la música de Schubert tiene una predisposición especial para ello, pero en general podría decirse lo mismo de todo el repertorio alemán. Schubert era muy joven cuando escribió esta obra y quizá por ello está llena de melodías con cierto sentido popular, y realmente muy bellas".

Y añade: "Por otro lado está Mahler, que plantea una orquesta de gran sonoridad, pero detrás de su música siempre hay historias que contar, y eso es lo que pretendo mostrar en mis interpretaciones. Es una especie de alegoría; sólo si conoces las canciones que hay detrás de la primera sinfonía de Mahler puedes entender qué es lo que quiere transmitir en esta partitura".