Zamora, Irene GÓMEZ

El Obispado de Astorga, el asturiano José Antonio Menéndez, está dispuesto a abrir una investigación sobre los supuestos abusos sexuales en el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria durante los años 80, siempre que haya denuncias de víctimas que así lo constaten.

El compromiso lo adquirió ayer personalmente el prelado de la Diócesis tras recibir a dos ex alumnos del colegio diocesano de Puebla que le trasladaron los supuestos abusos sexuales del sacerdote José Manuel Ramos Gordón, apartado del oficio parroquial y de toda responsabilidad eclesiástica tras admitir hechos similares en el Seminario Menor de La Bañeza durante el curso 88-89.

El zamorano H. H y el leonés T. G., que estudiaron internos durante los años 80 en el colegio dependiente del Obispado de Astorga, contaron ayer al máximo representante de la Diócesis sus propias experiencias, como víctima en el caso del primero y como testigo "de lo que todo el mundo sabía" por parte del segundo. Fue una reunión de más de una hora en la sede episcopal de Astorga, con presencia también del vicario judicial, Julio Alonso, también instructor del proceso abierto a Ramón Gordón por los abusos sexuales a menores en el seminario de La Bañeza.

Al término de la reunión, el Obispado de Astorga emitió un comunicado en el que aseguraba que "si se producen denuncias por parte de supuestas víctimas (del colegio diocesano Juan XXIII), la Diócesis las recibirá y tratará con diligencia y seriedad, siguiendo los protocolos aprobados por la Conferencia Episcopal Española y las normas de la Santa Sede, para hacer un primer juicio de los hechos".

Poco después de ese respaldo público recibido de Roma sobre las actuaciones en este caso, el prelado asturiano Juan Antonio Menéndez atendió la petición de entrevista solicitada dos días antes por los antiguos alumnos, "ante las noticias aparecidas en los medios de comunicación sobre presuntos abusos sexuales a menores en el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria a principios de los años 80".

A lo largo de la hora que estuvieron reunidos con el prelado de Astorga, H. H. y T. G. realizaron una exposición de su experiencia personal durante los años que estuvieron internos en el colegio diocesano de Puebla, hoy desaparecido. Coincidieron en manifestar que era ""vox populi" lo que hacía Chema (así se conocía en el centro a Ramos Gordón) por las noches". De hecho, "cuando llegabas nuevo al colegio es lo primero que te decían, "cuidado con éste"".

También dejaron constancia de su disconformidad con la pena impuesta al ex párroco de Tábara que reconoció los hechos de La Bañeza. Según los afectados, el obispo manifestó que se había actuado de acuerdo con el código canónico y siguiendo las instrucciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Precisó que, aunque la legislación canónica establece 20 años para la prescripción de los casos de abusos sexuales, en la denuncia contra Ramos Gordón presentada por el exseminarista F. L., de cuyos hechos habían pasado 28 años, se levantó esa prescripción canónica para poder iniciar el proceso administrativo penal.

En la reunión de ayer, a los exalumnos de Puebla se les transmitió también que la Iglesia no puede hacer nada, en relación a los supuestos abusos sexuales en Puebla si no existen denuncias que verifiquen los hechos.