Una sala de espera, un supuesto casting y un hombre negro. Son los mimbres de un experimento realizado por el el Centro de Derechos Humanos de Lituania.

Un hombre negro está en la sala de espera para asistir a un casting y van llegando, uno a uno, otros candidatos, hombres, mujeres y un niño, todos blancos y ninguno de ellos actor. Se saludan, charlan y el hombre negro le pide a su interlocutor que le traduzca unos mensajes en lituano que le han dejado en su página de Facebook.

El resultado es que algunos de ellos se niegan a traducirlo, otros se emocionan y otros le piden disculpas por esas barbaridades.