Prefiere firmar con iniciales y un solo apellido, a la manera de alguno de sus dioses literarios. Creció alimentándose de las absorbentes fantasías de J. R. R. Tolkien, Ursula K. Le Guin o H. G. Wells. Admira también, claro, a George R. R. Martin. El gijonés J. P. Metello (1985) tiene reciente en las librerías su primera novela, "El reino olvidado", que acaba de publicar el sello sevillano Babidi-bú. El libro, que se presentará el próximo viernes, incluye un mapa dibujado por su autor. Una historia de mundos paralelos que uno lee intuyendo que está en el umbral de una futura saga.
-¿De qué va esta historia?
-De una niña, Emily, que vive cerca de Boston con sus abuelos. La historia comienza en 1861. Espera a su padre que vuelve de la guerra de Secesión. Al regreso ve, sin embargo, que todo lo que imaginó no será posible y que su progenitor guarda secretos, lleva una vida extraña. Inicia una investigación que la lleva a un descubrimiento: el acceso a un mundo mágico. Son dos historias paralelas.
-¿Qué le interesa del género fantástico?
-He escrito más, pero es la primera novela que publico. Bueno, desde niño me he sentido atraído por lo fantástico. Me decía que si Tolkien era capaz de tantas invenciones, yo también quería hacerlo. Un reto. Con los años he querido intentarlo. El mapa que incluyo en "El reino olvidado", que es lo que llamo Territorio Norte de Ávalon, está dibujado por mí. Se sabe que fue la isla del rey Arturo, pero nadie ha tratado de explicar su fisonomía. Volviendo a la pregunta, las estanterías de mi habitación están llenas de literatura fantástica y de ciencia-ficción. Los magos, las espadas...me ha llamado siempre mucho la atención.
-¿Sólo lee literatura fantástica?
-No, procuro leer de todo, pero tengo esa preferencia. Ahora estoy como "Moby Dick", de Melville. No es fácil.
-Le interesa la fantasía y la ciencia-ficción, pero ha optado por estudiar Ingeniería Mecánica...
-Tanto la literatura fantástica como la ingeniería precisan de creatividad. Me gusta tanto crear mundos de ficción, novelas, como cosas. Estudié un Bachillerato Tecnológico, así que la salida natural era cursar los estudios de una ingeniería.
-¿Por qué cree que ha vuelto a ponerse de moda la literatura fantástica?
-Nunca ha estado muerta.
-Pero tuvo épocas de descrédito.
-Cuando se creía que estas historias fantásticas eran sólo cosa de niños o adolescentes, los libros de Harry Potter o las historias de Martin han mostrado que no es así, que interesan a públicos mucho más amplios.
-Lo cierto es que algunas historias tienen un seguimiento masivo, con admiradores que se disfrazan imitando a los personajes de libros generalmente llevados al cine o a la televisión.
-Sí, es todo un fenómeno: a la gente no sólo le gusta leer esas historias, sino también meterse en los mundos de los personajes. Creo que es una forma de trasladar la ficción para hacerla palpable. La gente iba a los estrenos de las películas de Harry Potter con sus varitas y demás. Y con Martin sucede lo mismo, que hay quienes se disfrazan como en "Juego de tronos". A mí, todo eso me parece importante.
-¿"El reino olvidado" tendrá continuidad?
-Cuando empecé a escribir el libro, la idea era precisamente la de hacer una saga. De ahí el subtítulo de "Los dos mundos". Ya sabe cómo es el mercado editorial. Si la historia funciona, habrá una saga.
-¿Y por qué dató la historia en el siglo XIX, en plena Guerra de Secesión?
-Fue una consecuencia. Quise desde el principio que Emily, la protagonista, viviera en esa época. ¿Por qué? Pues, porque es un momento en el que tenían mucha importancia cosas como las apariencias, el honor, la palabra.
