Después de la estupenda Puerto escondido, María Oruña (Vigo, 1976) busca Un lugar a donde ir. Un aviso elocuente: la escritora dedica su novela a todos los "Juan Salvador Gaviota del mundo". Es decir, a todos aquellos que han decidido "vivir de una forma diferente, esquivando la inercia de la manada". Entremos en ella: "Contiene una investigación formal por parte de la Guardia Civil, pero también una reflexión sobre la motivación vital de cada uno de sus personajes y el lugar metafórico al que sus pasos les dirigen. Curiosidades forenses, históricas y espeleológicas los harán pasear no sólo por Cantabria, sino por localizaciones tan dispares como México, Suiza, Italia o Alemania".

A pesar de que comparte algunos personajes de Puerto escondido no se plantea como una segunda parte sino como "una historia independiente (un inicio de saga, si queremos aventurarnos a ello), con trama absolutamente distinta y con otra técnica narrativa: si en Puerto... teníamos dos voces, escritas en tonos distintos, aquí tenemos hasta tres voces: una de ellas, muy breve, suavemente intimista y en primera persona; las otras dos, con narrador omnisciente y ritmo rápido, acorde con la trama, que se desarrolla en apenas 72 horas".

Sin embargo, ambos títulos comparten "no sólo algunos de sus personajes, sino las citas que hay al comienzo de cada capítulo, que dan una pista sobre su contenido, y la música que suena en algunas escenas, y que en ningún caso es aleatoria o de "ambiente" sino que en contenido y tono se adaptan a lo que sucede en la trama". Ha procurado -"Y me ha costado horrores"- no desvelar nada "que pueda estropear la sorpresa en la potencial y posterior lectura de la anterior novela".

La acción comienza seis meses después de lo narrado en Puerto Escondido "y veremos cómo los personajes han evolucionado desde entonces. Una joven de aspecto nórdico ha aparecido en La Mota de Trespalacios, de la que sólo queda la base de esta antigua e inusual construcción medieval; lo curioso de este hallazgo no es sólo que la muchacha esté muerta, sino que viste como una mujer del medievo y que, además, porta entre sus manos un objeto de cientos de años de antigüedad. Mientras Valentina y su equipo comienzan a investigar el caso, comienzan a sucederse otros asesinatos en la zona, que parecen estar vinculados al de la joven, y esto hace que la Guardia Civil actúe contra reloj y necesitando realizar averiguaciones de índole histórica y especialmente forense, dados los extraordinarios resultados de las autopsias de los cadáveres. Al tiempo, Oliver, ajeno a esta investigación, intenta resolver el misterio de la desaparición de su hermano Guillermo junto a su amigo músico Michael Blake, descubriendo una verdad cosida con hilos afilados". Su intención "no ha sido mostrar una novela hiperrealista, a pesar de que todo lo que se narra en ella (procedimientos, datos históricos y forenses) ha sido contrastado y podría haber sucedido en la realidad; lo que he querido hacer ha sido presentar un juego de inteligencia al lector, un entretenimiento que le lleve a la reflexión y que, en cierto modo, le suponga un extraordinario viaje en el tiempo". Un reto ampliamente superado.

Nuestro mundo es solo un envoltorio, una cáscara delgada y fina que esconde un enorme útero de piedra donde se guarda el secreto de lo que somos.