El joven marbellí Pablo Ráez, fallecido ayer tras serle diagnosticada una leucemia hace casi dos años, consiguió convertir en fenómeno viral su combate contra la enfermedad. Pablo era un joven deportista de 18 años cuando, en marzo de 2015, los médicos le diagnosticaron leucemia. Tras someterse a varias sesiones de quimioterapia, le trasplantaron la médula de su padre y se recuperó. Sin embargo, apenas diez meses después, la enfermedad reapareció y fue necesario buscar un nuevo donante, por lo que lanzó a través de las redes sociales la campaña "Reto un millón", en la que animaba a la gente a donar médula ósea bajo el lema "no para mí, para todo el que lo necesite".