No fue una gala de grandes discursos por parte de los premiados ni de llantos desbordados como otras veces. Emma Stone estuvo sencilla y modesta ("Aún tengo mucho que aprender en esta industria, pero éste es un símbolo precioso para continuar ese camino") y Casey Affleck no ocultó su emoción antes de las gracias a Kenneth Lonergan, porque si no hubiera escrito su papel en "Manchester frente al mar" él "no estaría aquí, seguro".