Los conciertos de la Camerata RCO, formada por músicos de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, se caracterizan por la innovación en sus programas. El concierto que ofrecieron ayer en Oviedo, dentro del ciclo "Los Conciertos del Auditorio", que patrocina LA NUEVA ESPAÑA, congregó a una cantidad considerable de público para escuchar las "Siete canciones tempranas", de Alban Berg, con la mezzosoprano Virpi Räisänen como solista, y la Sinfonía n.º 4 de Gustav Mahler en una particular orquestación reducida de Erwin Stein, todo bajo la batuta del holandés Jan Willem de Vriend.

Virpi Räisänen sustituyó a última hora a Laetitia Gerards, que tuvo que cancelar esta misma semana debido a un proceso gripal. Räisänen agradó a los asistentes con su voz cálida, de gran belleza, pero al mismo tiempo muy clara, también en la dicción. Las "Siete canciones tempranas", de Berg, exigen una musicalidad muy expresiva, algo que no faltó en la jornada de ayer.

La Camerata RCO también interpretó una versión bastante personal de la Sinfonía n.º 4 de Gustav Mahler, realmente intimista, que el público ovetense supo valorar.