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"Metáflora" de Guillermo Simón

El artista maliayés da un giro radical a su temática y a los colores de su paleta con una nueva serie titulada "Las flores del agua"

En la festividad del Carmen, marineros y pescadores tiran coronas de flores a la mar, para recordar a los compañeros que pagaron con la vida el tributo que exigen los océanos por la entrega de sus frutos. Como descendiente de marinos, el mar ha sido siempre una figura constante en la obra del artista maliayés Guillermo Simón (1968). Mas, como si quisiera revertir ese tributo marinero, Simón ha evolucionado su pintura con la introducción de motivos de inspiración botánica. Una vertiente que el artista presenta, a partir del próximo 16 de marzo, en una exposición monográfica en la galería Gema Llamazares, en Gijón.

Con el expresivo título de "Las flores del agua", la muestra está compuesta por una quincena de obras que sintetizan esta evolución, que ha dominado la pintura de Simón desde hace más de un año. "Este giro parte de unos trabajos que expuse en la Fundación Cardín con Paco Fresno y José Ferrero, dentro de la muestra 'Las topografías de la fragilidad'. Esa experiencia me fue abriendo vías de investigación y me llevó a este tipo de obras, con mucho más color", explica Simón.

Esto no quiere decir que el artista haya abandonado su temática anterior, sino que la ha evolucionado y enriquecido con nuevos matices en su pintura. "Es una botánica acuática, que se diluye, en los límites de la abstracción y la figuración", sostiene Simón, que rechaza toda intención mimética: "Aunque me inspiro en las formas de la naturaleza no tomo modelos del natural. La protagonista es la propia pintura".

Manteniendo la técnica del óleo, sobre distintos soportes, es en su paleta de colores donde mejor se percibe la evolución. "Si en series anteriores, como 'Geografías del mar', había una cierta monocromía, con el dominio de azules y grises, aquí hay un abanico más grande, jugando con la familia de los colores complementarios para configurar una paleta más abierta", reflexiona Simón.

La muestra supone además la confluencia de tres líneas de trabajo paralelas, todas vinculadas a esta evolución hacia las formas botánicas: "Metáflora", centrada en los aspectos puramente plásticos de la pintura; "Las flores del agua" propiamente dichas y "Los pétalos del náufrago", una serie de pinturas que surgen precisamente a partir de esa tradición marinera de tirar coronas al mar. "Provengo de una familia de náufragos: en la galerna del 44 murieron cinco antepasados míos, por lo que hay algo de rememoración de la historia familiar", revela Guillero Simón, quien traza así, a través de esas figuras, una sugerente conexión entre su trayectoria vital, su historia familiar y su producción artística pasada y presente.

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