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ANTONIO CAÑIZARES | Arzobispo de Valencia

"Quien diga que soy un xenófobo miente completamente"

"Ponerme la capa magna es de las - cosas más humillantes que he hecho" - "Tengo la satisfacción íntima de haber sugerido al Papa el nombre de Francisco"

de Valencia. FERNANDO BUSTAMENTE

El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, de nuevo ocupa la vicepresidencia de la Conferencia Episcopal. Asegura que tiene 71 años y dice que "vamos para mayores", pero está en plena producción doctrinal. Sigue escribiendo y mantiene una memoria prodigiosa.

- ¿Fue una sorpresa su elección como vicepresidente de la Conferencia Episcopal?

-No hice nada, pero nada; ni para ser presidente, ni vicepresidente, ni para ningún cargo. Decidieron que fuera vicepresidente y agradezco la confianza que me dieron los obispos. Cuando terminó la elección solamente dije dos palabras: "A mandar". Estoy para servir.

- Se le atribuye encabezar el sector más conservador de la Iglesia española.

-Soy más avanzado que todos los demás.

- ¿Por qué?

-Sencillamente porque voy más lejos en el futuro que otros muchos.

- ¿Qué diferencia hay ahora respecto al trienio 2005-2008, donde ya fue vicepresidente?

-Entonces había unos problemas, como el de la financiación de la Iglesia, y se solucionó; o el tema de la educación, a través de la LOE. Ahora hay otros que habrá que abordar entre todos los obispos.

- En aquel tiempo, la relación de la Iglesia y el gobierno eran tan buena que llegó a hacerse amigo del presidente Zapatero.

-Y soy su amigo, y de Teresa Fernández. Cuando me encuentro con cualquiera del gobierno socialista nos alegramos de verdad. He sido amigo también en Granada del alcalde Moratalla, y de Manuel Chaves, tan denostado por algunos. Después en Castilla-La Mancha, de Bono y Page. En todas las partes que he estado siempre he tendido la mano.

- Le acusan de ser el jefe de la oposición al Papa Francisco.

-¡Todo lo contrario! Si yo contase las cosas...

- Cuente, cuente...

-Antes del Cónclave invité a comer a casa al cardenal Bergoglio y a otros dos cardenales amigos, para hablar sobre qué tipo de Papa elegíamos, no la persona, sino el tipo. Pensaba que deberíamos elegir un nuevo San Francisco que reconstruya la Iglesia de San Damián, que es solo Dios, como nos ha revelado Jesucristo en las bienaventuranzas. Un Papa sobre todo de la pobreza, de la paz y la misericordia. Bergoglio y los otros dos cardenales asintieron que ese tipo sería muy bueno. Después se lo comenté al cardenal O'Connor, que no entró en el Cónclave porque tiene más de 80 años, que añadió que también tuviera sentido común y sentido del humor. A Bergoglio le parecieron muy bien esas dos notas. Y añadí una nueva, que el nuevo Papa sea un religioso.

- ¿De una orden religiosa?

-Sí, de una orden religiosa, cosa que a Bergoglio le gustó. Así quedamos. Cuando sale elegido, y Bergoglio se retira a cambiarse la sotana, el cardenal que estaba a mi lado me dice: "¿Qué nombre elegirá?". 'Pues no lo sé', respondí. "Siendo jesuita, Pablo VII", dijo. "¿Por qué no Francisco?", comenté yo. Cuando llega el Papa nos dice: "He elegido el nombre de Francisco, pero el de Asís, no el de Borja, ni el de Javier". El cardenal con el que estaba hablando antes me pregunta: "¿Tu lo sabías?". ¡Qué iba a saber, si no sabía quien iba a ser el elegido!

- ¿Me está contando que le puso el nombre al Papa?

-Hay esa coincidencia.

- ¿El Papa nunca le dijo que había elegido Francisco por su comentario?

-No, y tampoco se lo he preguntado, y eso que tenemos amistad.

- ¿Tiene esa satisfacción intima de haberle sugerido al Papa el nombre?

-Sí, no solamente el nombre sino el contenido del Pontificado, de un nuevo San Francisco, que va en sintonía con los anteriores pontificados de Benedicto XVI y Juan Pablo II.

- ¿Ve a ese San Francisco en el mandato que lleva Bergoglio?

-Clarísimamente. Esa clave no se está viendo suficiente. Se queda en lo anecdótico de algunas acciones con respecto a los pobres o los enfermos. Es más que eso.

- ¿Es anecdótico el pronunciamiento del Papa sobre algunas cuestiones hasta hace poco tabúes dentro de la Iglesia, como los homosexuales, los divorciados, o el papel de la mujer?

-Uno lee la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio de Juan Pablo II y también se encuentran esas cosas.

- Pero no se había escuchado decir a ningún Papa que los divorciados forman parte de la Iglesia.

-Sí, en escritos de Benedicto XVI.

- Digo tan claramente de boca de un Papa.

-Nunca la Iglesia ha excomulgado a los divorciados, siempre los ha acogido.

- ¿Tiene algún divorciado en su entorno más próximo?

-Muchos, e incluso en mi propia familia. Aquí tengo una colaboradora que también lo está. Acojo a todos, no excluyo absolutamente a nadie. La Iglesia es presencia de Cristo, y Cristo acogió a todos.

- Dice que no se puede ver muy bien la analogía del Papa con San Francisco, ¿por qué la sociedad y los medios nos quedamos en la anécdota?

-Hay una clave que no se dice de Francisco, el solo Dios de San Francisco. Eso es fundamental en todo lo que es Bergoglio y el Papa Francisco. A partir de ahí se entiende todo lo demás.

- Toda esa doctrina, ¿por qué parece distinta cuando la dice el cardenal Cañizares?

-¿Digo algo distinto cuando cito palabras textuales del Papa?

- Por ejemplo usted calificó de "maldad"...

-...Eso es del Papa Francisco.

- ¿La ideología de género es maldad?

-El Papa Francisco dice que es de las mayores maldades que hay, desfigurar la conciencia de los niños en este sentido. Citaba directamente al Papa, que lo dice regresando de su viaje a Georgia. Algo semejante dijo en Polonia a los obispos. No tengo doctrina mía, particular y originalísima. Sigo la enseñanza de los papas, y en este momento del Papa Francisco a pies juntillas.

- A raíz de la polémica sobre la retransmisión de la misa en La 2, ¿qué propone para que la gente vaya más a misa?

-Evangelizar.

- ¿Cómo?

- Anunciando a Jesucristo, formando a las personas con catequesis, no solo de niños, también de jóvenes y adultos. Además de un proceso de comunicación de la verdadera fe.

- ¿No falta buen humor, qué a veces riñen mucho a la feligresía?

-Eso era antes, ahora ya no tanto, de verdad que no. Tenemos que mejorar las homilías, ciertamente. Hay que mejorar las celebraciones del domingo.

- ¿El ecumenismo es el antídoto a la xenofobia?

-Son cosas muy distintas. El encuentro interreligioso que tuvimos aquí para rezar por la paz es porque creo que la religión no desune. La religión une. La fe en Dios no separa, no enfrenta. Al contrario la religión nos lleva la fe en Dios, que es misericordia, compasión, perdón. En todas las religiones. El ecumenismo es con las religiones cristianas.

- Estrenó el arzobispado en Valencia con la definición de "invasión" a la ola de refugiados de Siria.

-Se tergiversaron mis palabras.

- Tiene la ocasión de aclararlas.

-Lo único que dije es que había que tener cuidado en una recepción indiscriminada porque podía haber penetración de gente que venía con otras intenciones. ¿Me equivoqué? No.

- Hace un momento hablaba de una Iglesia abierta, y eso no casa con que califique a la inmigración como caballos de Troya, una expresión que utilizó.

-No califiqué a la inmigración, sino a algunos de sus inmigrantes que vienen con otras intenciones. Tenía mucha información.

- ¿De quién?

-Los que tienen esa información. No me arrepiento de haberlo dicho, porque no dije nada en contra de los inmigrantes. La diócesis de Valencia recibe más inmigrantes que todas las instituciones civiles juntas. Eso está impulsado por Antonio Cañizares. Por tanto, no me contradigo. Aquello se tergiversó totalmente y lo lamento y porque ojalá los hechos no me hubieran dado razón. Quien diga que soy un xenófobo miente completamente.

- El contexto era que el gobierno valenciano estaba impulsando la acogida, y sale el arzobispo de Valencia...

- ...El gobierno valenciano, no. Simplemente hizo unas declaraciones, no hechos. La diócesis de Valencia hace menos declaraciones pero tiene hechos.

- ¿Por ejemplo?

-La Ciudad de la Esperanza, parroquias y pisos que se han habilitado para ellos.

- ¿Está arrepentido de portar la capa magna en la ordenación de dos sacerdotes en el año 2007?

-Eso es una tontería solemne. Los sacerdotes griciglianos son una comunidad muy tradicional y habían ido otros cardenales antes que yo. A todos se les había puesto la capa magna. Pregunté si eso me lo tenía que poner y me dijeron que era el ritual. Por humillación, acepté. Antonio Cañizares no es de boato. Aquello fue una de las cosas más humillantes que tuve que hacer en mi vida.

- Usted pudo decir que no.

-No, porque es el rito de la época tridentina. Debía respeto a esas personas.

- Esa imagen le persigue.

-Los que quieren un escándalo farisaico. Nunca he sido así. Soy una persona muy sencilla.

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