Desde reflujo a dolores de cabeza, vómitos, diarreas, cansancio… Los celiacos deben mantener una estricta dieta sin gluten durante toda su vida. Las transgresiones voluntarias de la dieta y las contaminaciones accidentales ocasionan ciertos síntomas, y a la larga puede haber problemas más graves.

La celiaquía es una enfermedad autoinmune, por tanto, es mucho más que una intolerancia al gluten, y por eso los celiacos no pueden ingerir ni la más mínima cantidad de esta proteína. Tan solo unas migas de pan con gluten en su plato ocasionan la respuesta del sistema inmunitario que actúa defendiéndose del gluten y dañando las vellosidades intestinales. Por eso cuando a un celiaco le dicen aquello de “por un poco de gluten no te va a pasar nada”, hay que explicar la realidad.

Las transgresiones voluntarias de la dieta sin gluten, por desgracia, son habituales en celiacos, y también lo son las contaminaciones accidentales que se producen en casa y sobre todo fuera de ella. Aprender a evitar la contaminación cruzada es fundamental para que el organismo del celiaco no sufra daños que a la larga pueden traer mayores complicaciones como otras enfermedades de carácter autoinmune asociadas a la patología.

Los síntomas de una contaminación por gluten son diferentes en cada celiaco, incluso pueden pasar totalmente desapercibidas como es el caso de los celiacos asintomáticos. Sin embargo, aunque no haya síntomas externos, el daño interno sí se producirá, por eso es fundamental que la dieta sea estricta.

Los síntomas más comunes tras una ingesta de gluten pueden ser digestivos y/o extradigestivos. En algunas ocasiones pueden producirse casi de inmediato a la ingesta del gluten, en otras ocasiones pueden tardar horas. Ocurre lo mismo con la recuperación, en algunos casos es más rápida y otros celiacos tardan más en recuperarse. Los síntomas más habituales son los siguientes:

-Dolor Abdominal. Es muy frecuente notar ciertos dolores abdominales que podrán ir o no acompañados de otros síntomas.

-Hinchazón. Antes del diagnóstico muchos celiacos presentan distensión abdominal, hinchazón, y esta puede aparecer en ocasiones tras una contaminación.

-Vómitos. Muy frecuentes

-Diarreas y Estreñimiento. A pesar de que existe una creencia muy extendida sobre las diarreas tras la ingesta de gluten, a veces se dan cuadros de estreñimiento y muy a menudo se combinan los episodios de diarreas con estreñimiento.

-Cansancio, fatiga, dolor de cabeza. La celiaquía es una enfermedad autoinmune, crónica y sistémica, es decir, que afecta a todo el organismo, y por eso los síntomas que provoca la ingesta de gluten también pueden ser extradigestivos y dar lugar a cansancio, dolor de cabeza, etc.

-Brotes de dermatitis herpetiforme: la dermatitis herpetiforme, patología cutánea, es la expresión de la celiaquía en la piel. Muchos celiacos son diagnosticados a través de esta manifestación y cuando se contaminan puede volver a aparecer al igual que otras manifestaciones en la piel.

-Mareos, inestabilidad: muchos celiacos manifiestan sentirse mareados y con sensación de inestabilidad tras una contaminación por gluten.

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