Anabel Santiago, imponente voz de la canción asturiana (y géneros colaterales), ya dejó la primera muestra de la gran sensibilidad vivida ayer en el acto titulado "Llectura musicada y dramatizada de testos n'asturianu y gallego-asturianu escritos por muyeres", que se celebró en el auditorio de Oviedo dentro de la Selmana de les Lletres Asturianes.

El evento estaba bien cuidado en todos los aspectos, como sus intervalos audiovisuales, por cuya pantalla desfilaban imágenes de las autoras; vídeos que concluían con rótulos de las mujeres escritoras en asturiano, las 92 que se incluyen en un volumen editado con motivo de la Selmana, que este año lleva como epígrafe "Lletres, femenín plural".

La atmósfera creada tenía que ver con la literatura de las mujeres en una larga lista que comienza con Xosefa Xovellanos y finaliza en Claudia Elena Menéndez Fernández.

Una vez que Anabel Santiago concluyó su entrada en escena con "Carretera d'Asturies", Esther Fonseca, presentadora del acto, fue desmenuzando el programa, pero también dando las razones a una literatura que "ye un tapiz compuestu de sentimientos y emociones".

Enseguida entraron en las tablas las otras voces y la otra música. La actriz Carla Loga recitó "A los mios fíos..." y el actor Ernesto González hizo lo propio con "La mía pena", voces que aumentaban la pureza literaria con el acompañamiento del piano de Amparo Antuña.

En el acto hubo diversas intervenciones e interpretaciones, caso del texto que leyó Marisa López Diz, un discurso con un mensaje tan razonable como bien transmitido que apoyó en acontecimientos vividos por su generación. Pero matizó al principio: "Dende Xosefa Xovellanos yá pasó tiempu como pa pensar que les muyeres tienen voz propia". Un discurso que elevó el termómetro literario. Un ejemplo de una jornada en la que la llingua se mostró a través de la música, las voces literarias y las que interpretan sus textos.