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Los retratos asturianos de la Hispanic

Sorolla pintó, por encargo de la sociedad estadounidense, una serie de lienzos de españoles ilustres, incluidos cuatro vinculados a la región

Los retratos asturianos de la Hispanic

La mirada certera del escritor ovetense Ramón Pérez de Ayala examina a los visitantes que, ingenuos, creen ser ellos los analistas de las obras que componen la muestra "Tesoros de la Hispanic Society of America", que se expone en el Museo del Prado hasta el mes de septiembre. El autor de "Tigre Juan" se muestra ante el espectador a sus fibrosos cuarenta años, enfundado en una gabardina y con rostro sereno. Un retrato que la mano del artista, nada menos que Joaquín Sorolla, dota de una expresividad notable. El lienzo, fechado en 1920, forma parte de la gran galería de retratos de la Hispanic Society of America, institución que ha sido distinguida con el premio "Princesa de Asturias" de Cooperación Internacional por su promoción de la cultura y los valores de lo hispano y lo latino. Mas en los fondos de la institución neoyorquina se conservan otros tres retratos de notables personajes de principios del siglo XX vinculados a Asturias, además del propio Pérez de Ayala.

Otro asturiano, Javier Barón Thaidigsmann, jefe del área de conservación de Pintura del Siglo XIX en el Museo del Prado, aclara la naturaleza de esos retratos de la Hispanic Society: "Huntington, fundador de la entidad, estuvo atento al arte de su tiempo, y logró formar la mejor galería de personajes españoles de todo el siglo XX. Formaron parte de esa iconoteca los retratos de asturianos como Ramón Menéndez Pidal, Alejandro Pidal y Mon y Ramón Pérez de Ayala, así como el de Rafael Altamira, vinculado con el grupo de Oviedo, pintados todos por Sorolla". De esos cuatro retratos, únicamente el de Pérez de Ayala forma parte de la gran exposición del Museo del Prado, pero la Hispanic Society of America ha remitido a LA NUEVA ESPAÑA reproducciones de los cuatro retratos, para que los asturianos puedan contemplarlos.

De todos ellos, resulta especialmente significativo el del político y académico Alejandro Pidal y Mon, "el zar de Asturias", pintado en 1909, cuando el retratado tenía 63 años. Sorolla pinta al político con un gesto cansado pero de gran fuerza, con un protagonismo absoluto, destacando sobre el fondo y con las ropas del político convertidas apenas en una mancha negra. Pidal y Mon fallecería apenas cuatro años después, por lo que el lienzo es además un documentos histórico relevante.

En un momento diferente de su trayectoria vital retrató Sorolla a Ramón Menéndez Pidal. Aunque natural de La Coruña, el filólogo era de familia asturiana y se crió en Oviedo. Sorolla le retrata en 1917, con 48 años de edad y cuando hacía apenas unos pocos años que había publicado sus estudios sobre el "Cantar del Mío Cid", el legendario guerrero español que también fascinaba a Huntington.

La representación asturiana en esta galería de notables la completa un alicantino: Rafael Altamira, historiador y jurista que, en 1897, ganó la cátedra de Historia del Derecho en la Universidad de Oviedo. Su labor en la institución fue además crucial, ya que Altamira fue uno de los creadores de la Extensión Universitaria.

El retrato de Sorolla se data en 1913, cuando Altamira -que además era amigo del pintor desde sus tiempos en la Universidad de Valencia- tenía 47 años. El artista lo retrata vistiendo la muceta de doctor académico para mostrar sus altura académica.

Además de su indudable valor artístico, estas obras tienen un gran valor documental. Porque para Huntington, como precisa Barón Thaidigsmann, "las obras de arte no contaban solo por su calidad, sino como testimonios" de la cultura que las produce.

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