La obra del pintor gijonés Aurelio Suárez, tan rica y diversa, tan vasta, no puede resumir en base a un conjunto de cuadros o bocetos. Porque Suárez, creador de un universo propio, no dejó de intervenir en cuantos objetos cayeron en sus manos, desde barajas hasta libros, desde lámparas hasta calendarios, convirtiéndolos en piezas fundamentales de su obra. Una vertiente creativa que no estaba representada en los fondos del Museo de Bellas Artes de Asturias y que ahora, merced a una gran donación realizada por la familia del artista gijonés, pasa a ocupar un lugar central.

"Para poder abarcar toda la obra de Aurelio Suárez sería necesario tener una inmensa cantidad de obras", sostiene Gonzalo Suárez Pomeda, hijo del pintor gijonés, quien ha sellado la donación a la pinacoteca. En total, la familia del artista ha cedido a la pinacoteca más de 200 objetos y documentos relacionados con la vida del artista.

Entre esos fondos hay 26 cajas de barajas decoradas por Suárez, 27 cajas de estampas, más de un centenar de carpetas rotuladas por el artista, una lámpara de techo, una serigrafía sobre una obra del pintor y diversos objetos y papeles que revelan su pasión por la astronomía. Pero tan importante como estos objetos artísticos es el impresionante corpus documental sobre el artista que el propio Gonzalo Suárez Pomeda ha ido recopilando con los años, y que ahora pasa al museo para conformar el archivo del artista.1.457 artículos de prensa

Dentro de este gran conjunto documental se incluyen todos los catálogos y folletos de exposiciones realizadas por Suárez, los catálogos de subastas y un compendio con 1.457 artículos de prensa, regional y nacional, publicados tanto en vida de Aurelio Suárez como después de su fallecimiento, en 2003.

"Entre nuestras aspiraciones fundamentales, aspiramos en convertirnos en un contenedor de archivos de artistas. Ya somos una referencia para los estudios sobre Luis Fernández, y con esta donación nos convertimos en el epicentro del 'Universo Aureliano' y un lugar de referencia para las investigaciones sobre Aurelio Suárez", explica el director del Museo de Bellas Artes, Alfonso Palacio.

Toda esta documentación, más el catálogo de las piezas donadas y de otras obras, se reúne en un total de doce volúmenes, que suponen un auténtico atlas de ese "Universo Aureliano". "El investigador sólo tiene que venir a la biblioteca del museo y en esos tomos lo tiene todo", sostiene Suárez Pomeda.

Como complemento a la donación, la familia de Aurelio Suárez ha depositado en la pinacoteca un total de once objetos intervenidos por Suárez para dotarlos de cualidades artísticas que amplían la colección sobre el artista del museo, compuesta hasta ahora por medio centenar de lienzos y gouaches. En concreto son una botella, una figura de madera, una caja, una cara de madera, una cara de coco, una piedra, un estuche, una serpiente de hierro, una máscara, un libro decorado de Julio Verne y un azulejo que, a decir de Gonzalo Suárez Pomeda, es una pieza muy relevante en la producción de su padre, quien insertó en la pieza una leyenda plenamente aureliana: "Nada creo, de todo me río".