"¡Veo unas pinturas muy bonitas!", exclaramaron varios de los niños del colegio público de Ventanielles al colocarse las gafas de realidad virtual para contemplar las pinutras originales de Santullano. Esta mañana la exposición "Santullano, viaje al siglo IX" recibió la primera visita de escolares asturianos que, fascinados, viajaron al siglo IX en la muestra organizada por LA NUEVA ESPAÑA en su 80.º aniversario. Cada mañana, los colegios de la región podrán acceder a este recorrido por los olores, sonidos y pinutras de Santullano en cinco turnos de 45 minutos.

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Visita de escolares a la exposición ?Santullano, viaje al siglo IX?

Las puertas se abrían ayer a las once y a esa hora ya había cola. La exposición ha despertado una gran expectación y en su primera jornada completa de apertura recibió nada menos que 672 visitantes. El día anterior, el de la inauguración, en el que sólo abrió por la tarde, habían sido 380. Y no decepciona ni a quienes conocen al dedillo San Julián de los Prados ni a los que se acercan al monumento por primera vez a través de ella.

Entre los primeros están Óscar Pérez y Adalberto Viejo, ambos vecinos de Teatinos. Aprendieron el catecismo en la iglesia de Santullano y en ella hicieron la comunión. Ayer al mediodía se paseaban por el vestíbulo del palacio de Velarde (plaza Porlier, Oviedo), donde está instalada, buscando algún error. "Yo nunca vi una vidriera detrás del altar", reparó el primero, al tanto de la restauración del edificio realizada por Magín Berenguer. "Y de los colores de las pinturas no conocí nada de nada", añadió. La exposición muestra, a través de recreaciones en 3D que se visualizan en tabletas digitales y de unas gafas de realidad virtual, el aspecto del templo en el siglo IX, cuando se edificó. Finalmente, el dictamen de Óscar y Adalberto fue positivo: "Nos prestó muchísimo".

Carmen Tormo y su pareja, David Santamaría, también se acercaron hasta la exposición y al acabar el recorrido admitieron estar sorprendidos por el colorido original de las pinturas que revela la recreación audiovisual. "Es impresionante", opinó ella. Ambos conocen el monumento, así que pueden comparar el aspecto inicial de las pinturas, que es el que muestra "Santullano, un viaje al siglo IX", con su estado actual. Además, las mesas sensoriales, en las que el público puede detenerse a aspirar los olores del pasado, a escuchar sus sonidos y hasta conocer el tacto de sus tejidos, les resultaron especialmente curiosas. Lo mismo que a Rodrigo Bengoa, de 11 años, que es un apasionado de la historia, sobre todo la de la Edad Media. La culpa la tiene su abuelo, quien le enseñó a disfrutar de ella. "¡Recórcholis! Estoy volando, tío", exclamaba dirigiéndose a su hermano pequeño, Guillermo, mientras viajaba con las gafas de realidad virtual al siglo IX para contemplar el interior de San Julián.