Querían ser los nietos de Hank Williams y Johnny Cash, más tatuados e igual de borrachos probablemente, pero se cruzaron el rock and roll y el punk en sus vidas y de la mezcla de aquellas raíces más tradicionales y éstas más gamberras surgió un híbrido que, no habiendo etiquetas disponibles que les satisficieran, decidieron bautizar como Chigrebilly, nombre que les sirve ahora para titular su esperado primer larga duración. Tras una ya consolidada carrera pateando escenarios de garitos y festivales, los "Ilustres Patilludos", que reparten origen de sus miembros por distintos territorios de la región, publican un disco que recoge efectivamente la influencia de la música anglosajona de raíz, desde Irlanda a Nashville, adaptándola a la idiosincrasia asturiana y a una predisposición innata a la diversión y el buen humor.
Las ocho canciones que componen este "Chigrebilly", grabado en los Estudios Asturcón de Perabeles en Sotrondio y que ya se encuentra disponible en las plataformas digitales, incluyen una versión de la tradicional irlandesa inmortalizada por Thin Lizzy "Whisky in the jar" adaptada al ambiente astur como "Sidra en el Llagar", con fesoria, madreñes y casadielles de por medio; una versión rockabilly del "Santa Bárbara bendita" y el himno oficial de cualquier seguidor de chigrebilly que se precie, ese "Borracho, jodido y tatuado", una exaltación tabernaria de la amistad y el orgullo que encierra toda la filosofía de la banda y que portan como bandera. En un trabajo que bebe de las raíces de la música tradicional americana no podía faltar la colaboración del gran Ángel Ruiz al banjo, pero no es la única: el Coro Minero de Turón, el gaitero Xuacu Fernández y el cantante de tonada Ismael Tomás se unen a la fiesta, entre otros, haciendo apología de la jarra o sidra en mano para llegar a los oídos y el hígado de quien quiera seguirles.
