El físico Juan Ignacio Cirac (Manresa, 1965) es uno de los científicos españoles más reconocidos. Ganador de los premios Wolf y "Príncipe de Asturias" de Investigación Científica y Técnica (2006) y director de la División Teórica del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, Cirac es uno de los principales teorizadores de la computación cuántica. Educado y afable, el científico sonríe al recordar su fascinación juvenil por la saga "Fundación" , de Isaac Asimov, y sostiene que le gustaría que se encontrasen vías para facilitar el retorno del talento emigrado con la crisis, así como una solución para el conflicto catalán. Pero es al hablar de su trabajo cuando Cirac luce toda su capacidad didáctica.

"El ordenador cuántico es básicamente un ordenador que funciona con unas leyes distintas. Si lo abres, será distinto, pero funcionará como los ordenadores normales, con una pantalla y un teclado. Resuelve los mismos problemas, aunque es mucho más potente. Pero es un ordenador del que todavía no existen más que prototipos, que estamos intentando construir", explica Cirac, quien detalla los avances en el desarrollo de esta máquina: "Ya hay prototipos de 20 bits cuánticos, que es la unidad fundamental, y Google e IBM ya han anunciado, para el próximo año, uno de 50 bits, que es suficiente para hacer operaciones que no se pueden hacer con otro ordenador".

Pese a estas perspectivas, Cirac se muestra cauto sobre el desarrollo del ordenador cuántico: "El problema es que trabaja con lo más pequeño que conocemos: con átomos, que son tan pequeños que es difícil de manejarlos. Y todo nuestro empeño está en poder dominar el mundo microscópico, que es complicado pero lo vamos consiguiendo. Es nuestro mayor desafío".

La irrupción del ordenador cuántico se espera que sea revolucionaria, aunque el físico precisa que cuestiones como la privacidad en las comunicaciones, que se teme queden comprometidas con esta evolución, se puede resolver por otras vías: "Si uno tuviera uno de estos ordenadores cuánticos funcionando, sí que pondría en riesgo la seguridad de las comunicaciones. Pero hay que decir que existen otras formas de hacer comunicaciones seguras que no pueden ser atacadas por ordenadores cuánticos".