"Estamos de vuelta en el mundo del hardware". Así de sencillo y directo ha sido el mensaje de Fred Chesnais, máximo responsable de Atari, la empresa de videojuegos pionera de una de las industrias que más millones mueve en la era actual. La compañía ha anunciado que está llevando a cabo un proyecto llamado "Ataribox" en el que "llevan trabajando los últimos años", según declara Chesnais. Por el momento no se han anunciado ni fechas de lanzamiento ni las características de este nuevo hardware. Únicamente se ha publicado un breve vídeo en el que se muestra una videoconsola con remates de madera, un claro guiño a la Atari 2600, la consola que se convirtió en el buque insignia de la compañía tras su lanzamiento en 1977. También ha aparecido la página web ataribox.com en la que por el momento solo se puede contemplar el mencionado "teaser" de presentación.

La vuelta de esta empresa al mundo de la fabricación de consolas en la época de la "última generación," con el predominio de Xbox One y Playstation 4 y el renacer de Nintendo con su portátil "Nintendo Switch", es un regalo para los "gamers". Atari es la madre de la industria de los videojuegos. En 1972 lanzaron "PONG", el clásico tenis de mesa digital al que todas las generaciones anteriores al 2000 habrán jugado alguna vez en su vida. El indiscutible éxito de este juego marcó el comienzo de una era imparable en el que la compañía y su facturación crecieron a pasos agigantados. Bajo esta firma nacieron clásicos como "Asteroids", "Defender" o el inmortal "Pac-Man". Sus programadores eran de lo más peculiar, una especie de estrellas del rock con altas habilidades para la informática. Es el caso de Howard Scott Warshaw, creador del videojuego "Indiana Jones: En busca del arca perdida", que alcanzó el mismo éxito que el filme en el que está basado.

Sin embargo, los 80 supusieron la década negra para Atari. En 1983 la empresa estaba ahogada por las deudas debido a su pérdida de terreno frente a Nintendo y por el estrepitoso fracaso de "E.T.", la adaptación de la película de Steven Speilberg, que se convirtió en uno de los peores videojuegos de la historia. La leyenda cuenta que la compañía decidió enterrar miles de ejemplares en el desierto para que jamás se volviera a ver este juego. Una sorprendente historia que recoge el documental "Atari: Game Over", disponible en Netflix España. A partir de ese momento Atari únicamente se ha dedicado a la producción de videojuegos. Su última consola se lanzó en 1993 bajo el nombre de "Jaguar", pero en 1996 se retiró del mercado.

La llegada de "Ataribox" supone un nuevo punto de partida para la compañía, declarada en bancarrota en 2013. La gestión de Chesnais ya había devuelto a la firma a la senda de los beneficios, gracias al lanzamiento de juegos para Playstation o Xbox One y a la comercialización de la marca en películas como la próxima "Blade Runner 2049". Ha llegado el momento de que esta pionera reclame su trono.