Barbara Hendrick tiene una muy buena relación con Asturias. Relación que se estrecha con el teatro Campoamor desde que subió al escenario a recoger el premio Príncipe de Asturias de las Artes en el año 2000. Cinco años después regresaría en modo jazz al festival de la ciudad. Venía acompañada de "Magnus Lindgren Quartet", un sólido grupo de instrumentistas de origen sueco, país donde se cultiva con virtuosismo el género.

Es la vertiente popular de la gran soprano, que cuando recurre al jazz, blues o gospel no se distancia de su calidad con la lírica.

Y en ese modo de las músicas populares llegará de nuevo al Campoamor, el nueve de diciembre, como estrella de los actos del 125º aniversario del escenario ovetense. Lo hará con la gira "Route to Freedon", cuya primera sesión serán en los Jardines de Villa Victoria de Jerez de la Frontera el próximo 13 de agosto. De hecho este será el único concierto de la gira de verano hasta que llegue en otoño a la citada sesión en homenaje a l 125º. aniversario del teatro Ovetense.

Barbara Hendricks fue quien clausuró el ciclo en aquel festival de jazz de Oviedo de 2005. En una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA explicó esta otra vertiente suya enfocada a la música popular: «Hace muchos años que canto jazz, desde que me lo propuso el Festival de Montreux en un homenaje a Duke Ellington. Esta música es extraordinaria, sobre todo cuando la trabajas con músicos de la mayor calidad posible. Además, hay otra explicación para que me apasione tanto, la he escuchado desde niña», dijo entonces.

Hendricks nació en Arkansas (Estados Unidos) y se graduó en Música en la Juilliard School of Music de Nueva York, donde estudió con la mezzosoprano Jennie Tourel. A los 20 años ya se había graduado en Matemáticas y en Química en la Universidad de Nebraska y mediados de los setenta debutó en Estados Unidos y en Europa.