Oviedo, J. BLANCO
El periodista asturiano Joaquín Manso (Candás, 39 años) es el nuevo director adjunto del diario "El Mundo". Manso tiene una sólida trayectoria como reportero y periodista de investigación. Ahora su función da un giro al convertirse en el director de información del periódico, una parcela de máxima responsabilidad.
Evidentemente, el paso profesional de la calle al despacho obliga a cambiar de registro: "Me va a corresponder ejercer una autoridad sobre la redacción, que es un trabajo muy exigente y en el que tengo que dar lo mejor de mí". De hecho, cuando mantuvo esta conversación con LA NUEVA ESPAÑA estaba rematando un trabajo en Asturias: "Estoy haciendo reportajes de la etapa anterior que no quería dejar sin hacer, y eso sí que es bajar con los pantalones al barro", apunta.
En esto del reporterismo y el periodismo de investigación Manso tiene una trayectoria con muchos nombres: el proceso de paz con ETA, Bárcenas, las dimisiones de los ministros Mariano Fernández Bermejo y José Manuel Soria, los atentados del 11-M, además del proceso independentista de Cataluña, entre otras informaciones suyas que "El Mundo" citaba con motivo de su nombramiento. Sin embargo, tiene muy presente en su memoria otro asunto que en su día copó y ocupó portadas: "Recuerdo perfectamente y con mucho cariño cuando me encargaron lo de Seseña", el fastuoso levantamientos de bloques de edificios hecho por el constructor Francisco Hernando, Paco el Pocero. Es un caso, evoca Joaquín Manso, que "luego quedó en el olvido porque pasaron años y seguramente porque me ocupé de asuntos más trascendentes. Fui con Carlos Segovia, entonces redactor jefe, y para mí fue una gran experiencia porque aprendes a saltar de una fuente otra, ir atando cabos hasta conseguir una información y con esa información provocar una consecuencia. Si tengo que recordar una es ésa, y lo hago con mucho cariño".
Joaquín Manso valora especialmente esta parte de la profesión: "Hay todo el margen que uno quiera para hacer periodismo de investigación. 'El Mundo' tiene cuatro periodistas en exclusiva dedicados a la investigación, pero cada uno de los periodistas dedicados a la información es en realidad un periodista de investigación. El periodista no se conforma con seguir la agenda política, intenta ir por delante de la agenda, y eso es investigación. Hablar con las fuentes y descubrir cosas nuevas".
Cuando se le pregunta cómo ve el futuro de la prensa regional respecto al resto ante la globalización de todo pone de ejemplo a LA NUEVA ESPAÑA, que lee desde siempre: "Sospecho que la regional tiene mejor futuro que la prensa estrictamente nacional. LA NUEVA ESPAÑA cumple una función social irremplazable. Nadie puede informar con el detalle de cada una de las cosas que pasa en el entorno social de los asturianos. Y eso siempre va a tener demanda con un formato u otro. Yo ahora estoy (por el viernes) al pie del Pajares y quien tiene capacidad para informar de estos lugares es LA NUEVA ESPAÑA", matiza. "Ahora bien, con la información nacional deberíamos expandirnos. Nosotros somos un periódico en castellano, pues habría que mirar la gran puerta para esa expansión en América, hacer una apuesta por expandirse, sea de esa manera o de otra".
Joaquín Manso, que es abogado, valora lo vocacional de la profesión: "Se nace y luego se va aprendiendo, pero se nace con la vocación. Yo sería periodista aunque hice Derecho. Empecé en tribunales y los mejores de tribunales no estudiaron derecho", argumenta.
