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SHEILA MARTÍNEZ DÍAZ | Musicóloga, experta en la obra del compositor gijonés Facundo de la Viña

"No existe interés por conocer nuestro patrimonio musical"

"Facundo de la Viña componía conforme a los parámetros del nacionalismo musica: para él Castilla es España"

Sheila Martínez Díaz, ayer, en Pola de Siero. MARIOLA MENÉNDEZ

Facundo de la Viña trató de describir con su música cómo sonaría la batalla de Covadonga o la Reconquista. La figura de este compositor gijonés que consiguió hacerse un hueco en la España musical de comienzos del siglo XX ha sido objeto de la investigación realizada por la musicóloga Sheila Martínez Díaz (Pola de Siero, 1986) en la Universidad de Oviedo. Su trabajo busca poner en valor un autor olvidado muchas veces por la historiografía y los programadores de conciertos, que durante su vida mantuvo relación con músicos tan importantes de la escena nacional e internacional como Manuel de Falla, Paul Dukas o José Tragó.

- ¿Por qué una tesis sobre Facundo de la Viña?

-Este estudio se justifica porque Facundo de la Viña se le considera uno de los padres de la escuela sinfónica en España y a partir de los años 20 está presente en numerosas instituciones que tenían relación con la música, como la Junta Nacional de Música y Teatros Líricos en 1931 o el Comité sinfónico de la Sociedad de Autores Españoles (SAE) -antecesora de la actual SGAE-. Cuando comencé la investigación en 2010 fue con una tesina de licenciatura, algo para probarme a mí misma y descubrir la figura de este músico. Fue toda una experiencia, pero ya en aquel momento Juan Bosco, director del Archivo de Música de Asturias ya fallecido, me insistía en que Facundo de la Viña era un compositor importante que merecía mucho la pena estudiar.

- Cuando dice sobre él que es astur-castellano, ¿qué implicaciones tiene en su música?

-Él como gijonés de nacimiento que se va muy pronto a vivir a Valladolid, lleva consigo todo el tema de Asturias de una forma romántica. A mi modo de ver y a pesar de esto, Facundo de la Viña es un compositor a todas luces castellano que escribía en base a los parámetros del nacionalismo musical; para él Castilla era España.

- En su trabajo habla de que no existe un verdadero interés institucional por la recuperación interpretativa de la obra de Facundo de la Viña, ¿cree que la solución estaría en que, tanto el Principado como el Gobierno Central, desarrollasen un plan de potenciación del patrimonio musical como ocurre en otras disciplinas y para paliar este desconocimiento?

-Sin duda. De todas formas, he de decir que no existe un verdadero interés en conocer nuestro pasado musical. Este no es un hecho aislado, pero como ejemplo he de decir que el director de orquesta y Premio Nacional de Música José Luis Temes se interesó por este autor y quiso grabar parte de su obra con las orquestas asturianas pero no lo consiguió. El hecho de que los profesores de las orquestas tuviesen que tocar partituras manuscritas, porque no existe una edición moderna de su obra, supuso un importante inconveniente. A ello hay que añadir también que estamos hablando de un compositor prácticamente desconocido para muchos por lo que encontrar financiación también es difícil. El maestro Temes consiguió finalmente grabarlo en Málaga pero el proyecto no encuentra inversores para poder llegar a buen término.

- ¿El hecho de que este compositor haya tenido filiación franquista cree que le perjudica a la hora de reconocer su trabajo hoy en día?

-Sí, pero no exclusivamente. Después de todo, Facundo de la Viña no fue un compositor del Régimen que durante la dictadura consiguiese impulsar su obra musical, como sí ocurrió con Joaquín Rodrigo. Es también importante el hecho de que este autor, con su estilo postromántico, no formaba parte de la vanguardia y eso es algo que el concepto de historia actual no perdona. Hay en las manifestaciones artísticas una manera errónea de ver la vanguardia como algo bueno que hace avanzar a una determinada disciplina, entonces si alguien no participa de esa vanguardia queda relegado de cara a la historia, como ocurre en este caso. Es cierto que todavía hoy en día el franquismo se utiliza como un arma arrojadiza en los trabajos de historia, pero las nuevas generaciones deberíamos ir superando ya ciertos prejuicios sobre este tema. La dictadura franquista es parte de nuestra historia y debemos estudiarla siempre desde el rigor científico, sin dejar que nuestras afinidades ideológicas influyan sobre la investigación.

- ¿Qué papel desempeñaba la imagen de Covadonga en la España del momento?

-Asturias estaba presente en la mente de Facundo de la Viña. Realizó algún viaje una vez que fue adulto, pero muy puntual. Su poema sinfónico sobre Covadonga es la obra más vinculada a Asturias. No obstante, el enfoque es más bien castellano porque pone este tema en la partitura, haciendo hincapié en una creencia suya en la que la batalla se contempla desde un punto de vista heroico, grandioso y muy ligado al sentimiento religioso. Estoy convencida de que para él la batalla de Covadonga no era un hecho solo determinante en la historia de Asturias, sino que suponía también un momento clave para el Reino de Castilla y para la futura formación de España. De hecho él había utilizado ya referencias a la Reconquista en otras obras anteriores.

- ¿Cuál es el futuro de un doctor en musicología?, ¿qué planes más inmediatos tiene?

-El planteamiento inicial es seguir investigando, poder difundir más la figura de Facundo de la Viña y profundizar sobre los aspectos más novedosos del trabajo que tienen que ver con el regionalismo castellano y la ideología.

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