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Treinta colectivos asturianos piden atajar las "barbaridades" de las redes sociales

Las asociaciones, movilizadas por el comentario de un ovetense sobre las niñas, denunciarán el caso para sentar un precedente ejemplarizante

"Recibo muchas amenazas al día por Facebook, la gente es incapaz de diferenciar el humor de una opinión". Quien dice esto es G. M. M., el ovetense que ha indignado a una treintena de colectivos sociales por publicar en Facebook el siguiente comentario: "¿Sabes cómo hacer llorar 2 veces seguidas a una niña de 4 años? Fácil, después de violarla te limpias la polla con su peluche favorito". Las asociaciones indignadas con este tipo de comentarios rechazan que sea un asunto humorístico. Creen que, por contra, "ni es un chiste ni es nada, es una atrocidad". El autor del comentario entiende que no le guste a todo el mundo pero ve un "ataque desproporcionado" todo lo que está ocurriendo.

Las asociaciones que se han movilizado contra este joven ovetense ya redactan una querella para presentarla mañana ante el Juzgado para exigir responsabilidades al autor de la publicación. Aunque Facebook borró poco después este escabroso comentario publicado el jueves pasado por la noche, fueron varias las asociaciones y colectivos de mujeres asturianos que repararon en la publicación y lo denunciaron públicamente. Mañana, cerca de 30 colectivos -entre los que se encuentran la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Asturias, Cavasym, Equo, Conceyu de la Mocedá de Asturias, Les Comadres y también varios partidos políticos y sindicatos- presentarán su querella en los Juzgados de Gijón y pedirán a la Fiscalía de Menores que investigue el caso. "Las redes sociales no te pueden dar impunidad; esto no deja de ser una agresión verbal", afirma Jessica Castaño, presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Asturias, impulsora del movimiento de repulsa contra el desafortunado comentario. "Estas salvajadas no se pueden consentir; no todo vale en nombre de la libertad de expresión", añade Begoña Piñeiro, presidenta de la tertulia feminista Les Comadres, de Gijón. El objetivo de estas asociaciones implicadas en la denuncia es castigar a su responsable. También piden examinar las más de 400 respuestas que suscitó una posterior publicación de G. M. M. en la que comentaba en tono jocoso que Facebook le había borrado "la publicación del chiste". El objetivo de las asociaciones denunciantes es cortar la situación y "sembrar un precedente para tener un protocolo de actuación en lo sucesivo".

El Consejo de Igualdad de Oviedo también tomará cartas en el asunto, tal como indica la concejala de Atención a las Personas, Marisa Ponga: "Mi propuesta es respaldar la iniciativa de estas asociaciones". En la próxima reunión del colectivo, prevista para el mes de septiembre, abordarán el tema entre los puntos del día.

La visión del autor del comentario, con el que ayer contactó LA NUEVA ESPAÑA, es totalmente contraria. "Estoy sufriendo un ataque desproporcionado e injustificado" fruto de la "incapacidad de la gente para diferenciar el humor de una opinión", asegura. Entiende que sus palabras hayan podido ofender a algunos colectivos pero se escuda en que sólo se trataba de una broma. "Humor negro", como él lo califica. No obstante sí que reconoce haber cometido errores. "Mi fallo fue el sitio donde lo publiqué, dado que tenía mi perfil de Facebook abierto y eso hizo que llegase a gente que se podía ofenderse con él", sostiene en declaraciones a este periódico. Ahora se siente "amenazado" y también ve injustos los comentarios que recibió en las redes sociales sobre sus amigas y su pareja. "Las amenazaron con violaciones, tortura y muerte sólo por el hecho de ser mis amigas y defenderme", denuncia.

En la redes sociales existen dos cauces de denuncia para este tipo de comentarios. El habilitado por las propias redes sociales para quienes quebranten sus "normas de conducta" y la propia legislación de cada país. Dentro del ámbito legal, el caso se podría entender como un delito de difusión de mensaje de odio e incitación a la comisión de un delito. El hecho de realizar la publicación en un medio de alta difusión, agravaría la situación. Esta es la visión de Eneko Ariz, abogado especialista en área procesal y nuevas tecnologías. Este letrado tiene claro que se trata de "un comentario censurable pero que en ocasiones se ampara por el derecho a la libertad de expresión". A su bufete de abogados cada vez llegan más casos de denuncias por comentarios en páginas web o injurias hechas en internet.

Para la magistrada Lucía Avilés "las vías jurídicas son muy limitadas". Aunque cree que se podría entender como un machismo extremo que banaliza un hecho delictivo como la pederastia opina que hoy en día "tiene más peso la denuncia social que la jurídica". Destaca también la falta de colaboración de las redes sociales o plataformas de internet a la hora de facilitar información para este tipo de casos.

Los expertos en el ámbito de internet, en cambio, consideran que la denuncia a través de los cauces que ofrecen las redes sociales (el llamado "botón de denuncia") es una de las claves para atajar este tipo de situaciones. "Las plataformas cada vez tienen más clara su línea ética y eliminan cada vez más cuentas", indica Vanina Posada, consultora tecnológica de estrategias en internet. Por otro lado, es necesaria la educación digital de la sociedad. "La mayoría de las personas creen que lo que publican en las redes sociales no forma parte de este mundo", sostiene el director de la Asociación de Community Managers de Asturias, Rubén Llames.

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