La colaboración científica LIGO, premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica por la detección directa de las ondas gravitacionales, anunciará mañana un nuevo descubrimiento en el campo de la astrofísica. Un anuncio que tiene en vilo a la comunidad científica de todo el mundo, y que coincidirá con la llegada a Asturias de Rainer Weiss y Barry Barish, dos de las figuras clave en la creación de LIGO y en la detección de las ondas gravitacionales, que ha abierto una nueva era en el campo de la astrofísica.

Teorizadas por Albert Einstein, las ondas gravitacionales son alteraciones del espacio-tiempo producidas por un cuerpo masivo acelerado, como puede ser una estrella o un agujero negro. Las primeras detecciones de ondas gravitacionales se relacionaron con la colisión de dos agujeros negros, pero este nuevo descubrimiento parece tener un cariz diferente.

La propia dimensión del anuncio de este lunes es indicativa de la relevancia del hallazgo. Además de las colaboraciones científicas LIGO y VIRGO, que trabajan con detectores de ondas gravitacionales, en el anuncio (programado para las 16.00, hora española) participan 70 instituciones astronómicas repartidas por todo el planeta. Entre ellas, el Observatorio Europeo Austral (ESO, en sus siglas en inglés), que no ha dudado en calificar el nuevo descubrimiento de un "fenómeno astronómico sin precedentes".

Entre la comunidad científica, se cree que el hallazgo puede referirse a la detección de las ondas gravitacionales producidas por la colisión de dos estrellas de neutrones. Un fenómeno que, además de ser captado por los detectores de LIGO y VIRGO, podría producir efectos lumínicos perceptibles desde algunos telescopios espaciales. De confirmarse, el descubrimiento podría marcar un antes y un después en el campo de la astrofísica, ya que abriría la puerta a la detección de fenómenos astronómicos por diversas vías a un mismo tiempo: sería el nacimiento de la "astronomía multimensajero", que permitiría tener un conocimiento más profundo de estos fenómenos.

El momento del anuncio tampoco parece casual. Barry Barish, Rainer Weiss, Kip Thorne y la cooperación científica LIGO acaban de ser reconocidos con el Premio Nobel de Física, y esta semana recogerán en Oviedo el premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica. Un marco perfecto para amplificar el impacto de un hallazgo que se intuye decisivo.

La llegada de Weiss a Asturias está programada para el mediodía de este lunes, mientras que Barry Barish también tiene previsto aterrizar en la región a lo largo del día. El martes se espera la llegada del científico y divulgador Kip Thorne, y el miércoles lo hará Laura Cadonati, profesora de la Escuela de Física del Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech), y portavoz adjunta de la colaboración científica LIGO.