Hay libros que se devoran, siguiendo una manida fórmula de promoción editorial, y ayer fue todo un premio literario el que fue devorado por una política caimán de enfrentamiento y desencuentro. El "procés" y sus secuelas lo domina todo y el preámbulo a la LXVI edición del premio "Planeta" no fue una excepción. El presidente del grupo editor, José Crehueras, expresó al comienzo de la tradicional rueda de prensa que se celebra en la jornada anterior a la concesión del galardón su deseo de que "el libro ocupara buena parte" de la misma. No fue así y la parte política/económica alimentada por la decisión de Planeta de llevar el domicilio de su sede social a Madrid dejó en segundo plano lo estrictamente literario. Es más: las habituales pesquisas y quinielas sobre posibles ganadores masticadas a todo corrillo por la prensa asistente fueron sustituidas por quinielas y pesquisas sobre lo que haría Carles Puigdemont mañana, lunes, en su respuesta al Gobierno español. Eso sí: en el posterior almuerzo, varias mesas con distintas sensibilidades políticas venidas de todo el Estado impusieron un acuerdo para que no hubiera platos rotos: no hablar de política.

En la rueda de prensa suele surgir siempre algún nombre que, más que jugar al despiste, juega a la juerga. Este año le tocó a Chiquito de la Calzada, cuyo humor absurdo parece inspirar algunos episodios políticos recientes. Un año más, según la editorial, se ha batido el récord de participación con 634 manuscritos originales presentados. De esos hay diez finalistas, y de esos diez hay cinco títulos presentados a cara descubierta, lo que, en principio, los descarta como candidatos al sprint final para llevarse los 601.000 euros en el caso de ganar y 150.250 si resulta finalista. El jurado del galardón -Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales- tendrá sobre la mesa otras cinco novelas en las que hay un poco de todo, desde la historia de un astrónomo en el mundo del siglo XI hasta una mujer cuya vida "da un giro irreversible tras acostarse con un desconocido" pasando por una fantasía de terror y romántica en Galicia o una "misteriosa trama" en torno al Santo Grial. Atención a esta última: se ha presentado bajo el seudónimo de Virginia Goodman, que es el nombre de un personaje de la película "Contratiempo", dirigida por Oriol Paulo. Recordemos que en ediciones recientes del premio, cineastas como el director Daniel Sánchez Arévalo o la guionista y ex ministra Ángeles González Sinde fueron finalistas con sus primeras novelas.

¿Más nombres? Nuria Amat. Excelente escritora y catalana claramente posicionada contra el independentismo. Sería toda una declaración de intenciones. Care Santos, tras el Nadal, sería posible ganadora si le dio tiempo a terminar otra novela. Algunos argumentos de los seleccionados le van como anillo al dedo. Otro ganador del Nadal, Fernando Marías, reúne todas las condiciones para ser un nombre oportuno. Otra joven autora, Vanessa Monfort, sería muy apropiada. ¿Pesos pesados de la novela comercial como Matilde Asensi se animarían a sumarse a la historia del premio cuando ya venden mucho sin necesidad de ese espaldarazo? Nunca faltan a las quinielas autores mediáticos como Marta Robles, Nieves Herrero, Adriana Abenia o Risto Mejide, y tampoco hay que descartar autores de la cantera Planeta como Paloma Sánchez-Garnica, Antonio Garrido o Silvia Grijalba. Sea quien sea el nombre que se pronuncie al filo de la medianoche en el Palacio de Congresos tras la cena literaria, se llevará la gloria y 601.000 euros en una edición histórica por la histérica trama política que convierte la actualidad en una mezcla de géneros: thriller, terror, comedia, drama. Si fuera una novela, se devoraría.